El presidente de Argentina, Javier Milei, no viajó al Foro Económico Mundial de Davos a rendirle pleitesía a los burócratas que año a año se reúnen para ver cómo joden más el mundo con sus políticas globales. Eso se lo dejó al resto. Milei viajó a Davos para hacer justo lo contrario. Para, desde su propia guarida, decirle al puñado de burócratas que vienen haciéndolo todo tan, pero tan mal, que Occidente está al borde del precipicio.
"Hoy estoy aquí para decirles que Occidente está en peligro", empezó Milei su discurso en la edición del 2024 del Foro Económico Mundial.
"Está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente, se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y, en consecuencia, a la pobreza", continuó.
Todo el discurso ya lo hemos cubierto ampliamente aquí, en Voz Media, pero no deja de ser notable la reacción que ha provocado. Medios de Estados Unidos y Reino Unido lo han catalogado como una alocución histórica y diferentes personalidades, desde el famosísimo psicólogo Jordan Peterson hasta la líder de derecha en España, Esperanza Aguirre, se han botado en elogios.
El discurso no solo fue tendencia número uno en Argentina, su país. En cada país, el nombre de Javier Milei ocupó las tendencias de las redes sociales. Todo el mundo hoy está hablando de cómo el presidente de Argentina, un outsider recién llegado a la política, académico, peculiar y muy enérgico, pronunció las palabras más retadoras que jamás se han dicho en el foro económico más importante y controvertido del mundo.
No es poca cosa. Argentina no suele ser precisada por el primer mundo como un país muy significativo. Pero Javier Milei, desde la campaña, se ha convertido en un fenómeno sin precedentes. Verbigracia, el mismísimo Tucker Carlson, el periodista más importante de la derecha en Estados Unidos, quien no suele interesarse frecuentemente por los asuntos fuera de las fronteras de su país, viajó a Buenos Aires para conocer y entrevistar al entonces candidato libertario.
Javier Milei tiene el mundo a sus pies. Por su osadía, su talento como pedagogo y su claridad ideológica, se perfila como un referente mundial de cómo se deben impulsar las ideas de la libertad, esas que traen prosperidad, y cómo combatir las colectivistas, que solo generan pobreza.
Es popular esta noción maquiavélica de que la política es el arte de engañar. Que llegan a los palacios los políticos a los que les sobra astucia y les faltan principios. Que las ideas, la coherencia o la firmeza son lastres, de los que los talentosos se van desprendiendo en el camino. Javier Milei es la muestra de que esto no tiene que ser así. De que se puede llegar a la Presidencia, ser la persona más popular de su país, diciendo la verdad, sosteniéndola, aunque sea incómoda. De que se puede influir en todo el mundo solo con la claridad de quien explica sobre las creencias y los principios.
Cuando Milei, en los mítines, les decía a las decenas de miles que lo apoyaban, "¡no hay plata y vamos a cortar el gasto!", la multitud aplaudía. Si esto no es una muestra de que los tiempos han cambiado, no sé qué será.
El rey del mundo libre ha hablado y todos hemos escuchado.
