Falsos turistas, el último modelo de espionaje chino sobre enclaves estratégicos en EEUU

Preocupación entre los responsables de Seguridad nacional por el aumento de incidentes con nacionales chinos 'extraviados' que tratan de acceder y fotografían bases militares o federales.

Crece la preocupación entre los responsables de seguridad nacional por el creciente número de incidentes provocados por ciudadanos chinos que tratan de acceder a bases militares o lugares estratégicos diciendo que son turistas extraviados. Según un informe del Departamento de Defensa, el FBI y otras agencias, en los últimos años se han producido alrededor de 100 encuentros sospechosos de ser actos de espionaje con los llamados gate-crashers (rompe puertas).

Falsos turistas en bases militares, la Casa Blanca y... Mar-a-Lago

Según informa The Wall Street Journal, los supuestos turistas han sido sorprendidos tratando de acceder a bases militares, incluso en dependencias de seguridad de la Casa Blanca, sin autorización y los equipos de seguridad los han expulsado tras hablar con ellos. Una de las situaciones más rocambolescas se vivió con la detención de una ciudadana china que logró colarse en la mansión de Donald Trump en Mar-a-Lago con dos pasaportes, cuatro teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos. Fue condenada a ocho meses de prisión.

En casi todas las ocasiones, los ciudadanos chinos argumentaron que google maps les llevó hasta allí o les enseñaban mapas con caracteres en mandarín indicando a los miembros de las fuerzas del orden que se habían extraviado. Esto último especialmente en las ocasiones en que fueron detenidos en bases situadas en lugares remotos, lejos de aeropuertos comerciales e incluso de puntos turísticos.

Además, varios oficiales denuncian que se ha interceptado a chinos en las proximidades de lugares sensibles, como silos de misiles o en puntos donde se encuentran lanzadores de cohetes. Según el WSJ, se localizó a varios miembros de esa nacionalidad cruzando un campo de misiles en Nuevo México e incluso a varios submarinistas disfrutando de un agradable baño en aguas turbias en Florida... junto a un punto de lanzamiento de cohetes del Gobierno federal.

Intento de probar la seguridad de las instalaciones

Los expertos estudian estos casos como un intento de espionaje para probar las defensas de instalaciones militares estratégicas de los militares, así como la de otros emplazamientos sensibles federales. Los encargados de estos casos apuntan que los ciudadanos chinos interceptados están obligados a regresar a China e informar al Gobierno Comunista de sus hallazgos.

El problema principal que encuentran las autoridades para acabar con estos incidentes es cómo tratarlos. Según los expertos, aquellos que son detenidos sólo pueden ser acusados de allanamiento de morada, que está legislado por leyes locales y estatales, pero no federales. En caso de que se eleve una queja diplomática, el Gobierno comunista chino se limita a encogerse de hombros y decir que son asuntos de ciudadanos particulares. Sin embargo, si sus compatriotas consiguen salir sin ser localizados les entregan información que puede resultar relevante.

La falta de legislación federal limita acabar con los falsos turistas en enclaves sensibles

Por ello, varios legisladores, entre ellos el demócrata Jason Crow, miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, estudian crear una legislación federal sobre el caso para evitar que estos sucesos queden en nada, sean tratados como incidentes menores o incluso no notificados. Hasta que esto ocurra, Crow señala que "tenemos que colaborar estrechamente con nuestros socios estatales y locales para formarles y equiparle. Ahora mismo, no saben cómo enfrentarse a ello".

Hasta el momento, no se han presentado cargos por espionaje, aunque dos diplomáticos chinos fueron expulsados del país en 2019 como sospechosos de un intento de espionaje. Ambos fueron sin autorización en automóvil, junto a sus esposas, hasta la Base Expedicionaria Conjunta de Little Creek (Virginia), una instalación militar especialmente sensible donde entrenan los SEAL de la Marina.

La Embajada china lo tilda de "invenciones malintencionadas"

El portavoz de la Embajada china en EEUU, Liu Pengyu, rechazó que el Ejecutivo comunista se encuentre detrás de estos hechos. En declaraciones al WSJ subrayó:

Las acusaciones son invenciones malintencionadas. Instamos a los funcionarios estadounidenses pertinentes a que abandonen la mentalidad de la Guerra Fría, pongan fin a las acusaciones infundadas y hagan más cosas que conduzcan a mejorar la confianza mutua entre los dos países y la amistad entre los dos pueblos.