Fallece el sacerdote Dermot Doran, el héroe de Biafra

El religioso movilizó a la comunidad internacional y creó un puente aéreo de ayuda humanitaria que salvó millones de vidas.

Sin empuñar un arma, Dermot Doran fue el mayor héroe de Biafra frente al ataque del ejército nigeriano en 1968. El sacerdote irlandés movilizó a la comunidad internacional y creó un puente aéreo que llevó toneladas de ayuda humanitaria a los igbo, que estaban siendo masacrados por las tropas gubernamentales. Aunque el ataque dejó entre 500.000 y dos millones de víctimas civiles, la intervención de Doran salvó otras tantas. Aunque no había trascendido hasta ahora, el reverendo, de 88 años, falleció en Dublín el pasado 29 de mayo.

De misionero humilde a testificar ante el Senado de EEUU

El padre Doran se encontraba en el sur de Nigeria, trabajando como educador y misionero, cuando la zona sur de nigeria, donde los igbos eran mayoría, declararon la República Independiente de Biafra, cansados de ser víctimas de ataques por parte de la mayoría. La respuesta del Gobierno fue contundente: envió al ejército para sofocar la rebelión, y éste no se anduvo con chiquitas. Como consecuencia de su actuación se estima que unos dos millones de personas perdieron la vida. Además de los fallecidos por las armas, las tropas cercaron la zona, condenando a morir de hambre a más de 14 millones de personas.

Los casi 1.000 misioneros que se encontraban en la región se convirtieron en cooperantes para conseguir y canalizar ayuda humanitaria. El irlandés fue uno de los más activos. Gracias a su tesón, su labor incansable y su poder de convicción, consiguió establecer un puente aéreo a través del cual llegaron unas 60.000 toneladas de ayuda humanitaria que consiguieron salvar la vida a un altísimo número de personas.

Artífice del mayor despliegue de ayuda humanitaria en su momento

El religioso consiguió esquivar el cerco en numerosas ocasiones, entrando y saliendo a hurtadillas de Biafra. Fue él quien encontró los primeros aviones y contrató a los pilotos. Consiguió alcanzar Nueva York, desde donde organizó los primeros cargamentos de ayuda. Llegó a testificar ante el Senado de los EEUU. También fue el artífice de la logística que permitió trasladar miles de toneladas de suministros desde Europa y Norteamérica hasta Gabón y Santo Tomé. Su labor fue fundamental en lo que resultó el mayor despliegue de ayuda humanitaria hasta ese momento.

Su labor no se limitó a la gestión desde lejos. Viajó personalmente en muchos de los vuelos a Biafra y coordinó la distribución de suministros. Nunca perdió el contacto con la población local, y además de atender sus necesidades, se empapaba de lo que sucedía para poder gritar al mundo lo que estaba sucediendo allí. Consiguió alcanzar a los periodistas de medios relevantes, como Harry Reasoner, de la CBS,  o el entonces corresponsal de la BBC, Frederick Forsyth, cuya experiencia en Biafra fue clave para su carrera como escritor de thrillers políticos.