Un exagente de la CIA es condenado a diez años de prisión por aceptar sobornos del régimen chino a cambio de secretos de máxima seguridad
Se trata de Alexander Yuk Ching Ma, quien conspiró para recopilar y entregar información de Defensa Nacional a China.
Un exagente de la CIA fue condenado a diez años de prisión y cinco años de libertad supervisada por transmitir secretos de máxima seguridad al régimen comunista chino a cambio de dinero en efectivo.
De acuerdo con un comunicado del Departamento de Justicia, el exespía Alexander Yuk Ching Ma conspiró para recopilar y entregar información de Defensa Nacional a la Oficina de Seguridad del Estado de Shanghái (SSSB) por años.
Según documentos judiciales, Ma trabajó para la CIA desde 1982 hasta 1989 y conspiró con un pariente ya fallecido, identificado como coconspirador número uno, que también trabajó para la CIA desde 1967 hasta 1983.
“Como oficiales de la CIA, ambos hombres tenían autorizaciones de seguridad de alto secreto que les otorgaban acceso a información sensible y clasificada de la CIA, y ambos firmaron acuerdos de confidencialidad”, reveló el DOJ.
En un acuerdo de culpabilidad, Ma admitió que, en marzo de 2001, más de una década después de que renunciara a la CIA, fue contactado por oficiales de inteligencia de la SSSB, quienes le pidieron que convenciera al coconspirador uno para organizar una reunión entre ellos la SSSB.
El encuentro se concretó y ambos hombres se reunieron con oficiales de inteligencia de la SSSB en una habitación de hotel de Hong Kong durante tres días.
Durante las reuniones, el coconspirador uno entregó a la SSSB un importante volumen de información clasificada de Defensa Nacional a cambio de $50.000 en efectivo.
En ese momento, Ma y su cómplice acordaron seguir ayudando a la agencia de espionaje china.
Dos años después, en 2003, mientras vivía en Hawai, Ma solicitó un trabajo como lingüista en la Oficina de Campo del FBI en Honolulu.
La agencia de seguridad, consciente de los vínculos de Ma con la inteligencia china, lo contrató para monitorearlo e investigar sus actividades y contactos con el régimen comunista. El exigente de la CIA trabajó a tiempo parcial en una oficina externa para el FBI por más de ocho años, desde agosto de 2004 hasta octubre de 2012.
En febrero de 2006, la SSSB volvió a acercarse a Ma para que le pidiera a su cómplice que identificara en fotografías a cuatro personas de interés para el régimen chino. El coconspirador uno proporcionó los detalles de, al menos, dos de esas personas, cuyas identidades son clasificadas.
“Ma confesó que conspiró consciente y deliberadamente con el coconspirador uno y oficiales de inteligencia de la SSSB para comunicarse y transmitir información que sabía que se usaría para perjudicar a los Estados Unidos o para beneficiar a la República Popular China”, reseñó el DOJ.
En los documentos judiciales el Gobierno de los Estados Unidos señaló que Ma fue condenado por múltiples delitos, que incluyen una conspiración de varios años para cometer espionaje y una grave violación de la seguridad nacional que hizo que el gobierno gastara importantes recursos de investigación.
En los términos de culpabilidad se establece que, además de pasar diez años en prisión y otros cinco en libertad supervisada, Ma cooperará con las autoridades estadounidenses durante el resto de su vida.