Brasil descarta represalias a los aranceles de Trump y busca diálogo con EEUU
El Gobierno de Lula optó por la prudencia frente a las nuevas tarifas aplicadas a las exportaciones de acero y aluminio, mientras avanzan las negociaciones con Washington para evaluar sus efectos.

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva
El Gobierno de Brasil decidió no tomar represalias contra los aranceles impuestos por Donald Trump al acero y al aluminio. Así lo confirmó este miércoles el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien señaló que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha instruido a su equipo a manejar la situación con prudencia.
"No vamos a proceder de esa manera por orientación del presidente", declaró Haddad, agregando que Lula pidió "mucha calma en este momento" de tensión comercial con Washington. Sus declaraciones se dieron tras una reunión en Brasilia con representantes de la industria siderúrgica, donde el sector manifestó su preocupación por el impacto de la medida y propuso estrategias para mitigar sus efectos.
Aranceles y comercio bilateral
La Administración de Trump ha impuesto nuevos aranceles a las importaciones de varios países, incluido Brasil, uno de los principales exportadores de acero a Estados Unidos. La medida fija un arancel del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio.
Haddad destacó que Brasil ha enfrentado en el pasado condiciones comerciales más adversas y aseguró que su país cuenta con argumentos sólidos para demostrar que los aranceles podrían perjudicar también a la economía estadounidense. En un intento por evitar una escalada del conflicto, ambos países han acordado la creación de un grupo de trabajo para discutir las nuevas barreras comerciales. Según informó la cancillería brasileña, el 7 de marzo el canciller Mauro Vieira y el representante de Comercio de EEUU, Jamieson Greer, establecieron esta instancia de diálogo durante una conversación telefónica.

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La reacción de Lula y la industria
Aunque en el pasado Lula había advertido que respondería con medidas similares si Trump aplicaba aranceles al acero brasileño, hasta ahora su gobierno ha optado por la vía diplomática. En una entrevista anterior, el mandatario sugirió la posibilidad de recurrir a la Organización Mundial del Comercio o imponer tributos a productos estadounidenses.
Mientras tanto, el sector siderúrgico busca alternativas ante el nuevo panorama. Este martes, Lula asistió a la inauguración de la ampliación de una planta de la siderúrgica Gerdau en Ouro Branco, donde la empresa invirtió en aumentar su capacidad de producción en 200.000 toneladas anuales, alcanzando un total de 1,1 millones de toneladas. Sin embargo, la compañía aclaró que la producción adicional se destinará exclusivamente al mercado interno.
Brasil produjo 33,7 millones de toneladas de acero el año pasado, de las cuales casi la mitad se exportó a Estados Unidos. La imposición de aranceles ha generado gran inquietud en el sector, que teme una caída en las exportaciones y pérdidas económicas significativas.
Con un comercio bilateral de 80.000 millones de dólares y un superávit de 200 millones a favor de EEUU, Brasil enfrenta el desafío de mantener su postura conciliadora o adoptar una respuesta más firme si los efectos en su industria se agravan.