Los demócratas temen brotes de violencia pro-Palestina en la Convención Nacional Demócrata
Congresistas del Partido Demócrata recibieron indicaciones sobre cómo cuidarse de los manifestantes durante la DNC. Se esperan demostraciones tanto fuera como dentro del recinto.
Mientras terminan los últimos preparativos para la Convención Nacional Demócrata (DNC), los demócratas temen que las protestas anti-Israel convocadas alrededor del recinto ofusquen la consagración de Kamala Harris como candidata demócrata.
No es sólo un problema de óptica, sino que los organizadores creen que podría correr peligro la salud de los representantes demócratas que acudan a la convención. Por eso, como primero reveló Axios, los congresistas recibieron entrenamiento y guías de seguridad como no reservar hoteles a su nombre y no dirigirse a los manifestantes, llamando ante cualquier incidente a los agentes de seguridad.
De acuerdo con el mismo periódico, un alto cargo demócrata de la Cámara explicó que las fuerzas del orden indicaron a él y sus colegas que evitasen una zona específica, "porque esperan violencia".
Los organizadores creen que al inicio de la DNC este lunes habrá cientos de manifestantes pro-Palestina en las proximidades de la convención. Una coalición de organizaciones agrupadas bajo la consigna March on the DNC 2024 (Marcha a la DNC 2024) aseguran que, tras conseguir el aval de las autoridades de la ciudad, montarán un escenario.
De momento, se esperan dos protestas principales: una el lunes y otra el jueves, ambas en Union Park. El cuestionado Estudiantes por la Justicia en Palestina también convocó a las marchas para demostrar a Harris, Biden y su partido que "los partidarios del genocidio no son bienvenidos en nuestras ciudades".
Behind Enemy Lines, otro grupo que planea estar presente afuera de la convención, criticó a los activistas que tienen por prioridad que las demostraciones se desarrollen de manera pacífica.
"¿Cómo va a tener éxito una protesta si no desafía e interrumpe lo habitual para perturbar realmente el funcionamiento normal de una sociedad que está ayudando e instigando un genocidio?", se preguntó en su página web, añadiendo que ningún acto de protesta fue "tan eficaz" en 2020 como la quema de una comisaría en Minneapolis.
Protestas puertas adentro
Las manifestaciones comenzaron a organizarse incluso antes de que Joe Biden diera un paso al costado. La ambivalente postura sobre la guerra de su reemplazo no convenció a los activistas, que no dejaron de convocar a los suyos en Chicago.
Mientras que las manifestaciones contra la política para Gaza de la Administración Biden-Harris no son nuevas en este ciclo electoral, e incluso cuentan con cargos electos de la formación entre sus adalides, como la congresista Rashida Tlaib, la propia Harris recién empezó a convertirse en un nuevo blanco estos últimos días. En el episodio más reciente, manifestantes se enfrentaron con las fuerzas del orden y lanzaron bombas de humo tras un evento de la vicepresidenta en Nueva York.
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El rechazo a Harris despierta preocupación de que parte de las bases demócratas de izquierda cumplan su amenaza de perjudicar al partido en las urnas. La campaña demócrata no deberá esperar hasta noviembre, sin embargo, para sentir el impacto de esta pérdida de apoyos: delegados no comprometidos estarían planeando impulsar demandas pro-Palestina dentro de la misma convención.
Una treintena de delegados de estados como Minnesota y Michigan, organizados en el Uncommitted National Movement, buscarán impulsar la agenda pro-Palestina dentro del recinto. Exigen, entre otros reclamos, un embargo de las armas enviadas a Israel y la negociación de un alto al fuego.
Según dijeron algunos de sus miembros a The Washington Post, aunque no están satisfechos con la postura de la vicepresidenta, sí consideran que está más abierta a dialogar con ellos que Biden.