Bielorrusia: condenan a 11 años de prisión a un sacerdote católico crítico de la dictadura de Lukashenko
Henrykh Akalatovich (64) se convierte en el primer miembro del clero católico en ser condenado por cargos penales que se formulan contra presos políticos tras el colapso de la Unión Soviética.
Un sacerdote católico bielorruso, crítico del Gobierno de su país, fue condenado a 11 años de prisión por “alta traición”, informó la agencia de noticias Associated Press.
De esta manera, el reverendo Henrykh Akalatovich (64) se convierte en el primer miembro del clero católico en ser condenado por cargos penales que se formulan contra presos políticos tras el colapso de la Unión Soviética.
El hecho se produce en el marco de una ola de represión que está llevando a cabo el autoritario líder bielorruso Alexandr Lukashenko, un estrecho aliado del presidente ruso Vladímir Putin, de cara a las elecciones presidenciales, que tendrán lugar el 26 de enero.
Se estima que los comicios estarán amañados para que Lukashenko, que lleva 30 años al frente del Gobierno bielorruso, obtenga un séptimo mandato.
Cabe señalar que Akalatocivch fue diagnosticado con cáncer antes de ser arrestado a finales de 2023, desde cuando ha estado incomunicado.
La persecución de Lukashenko a clérigos cristianos no es nueva
Arkatovich se encuentra entre decenas de clérigos de diferentes denominaciones del cristianismo, como católicos, protestantes y ortodoxos, que fueron encarcelados, silenciados u obligados a exiliarse por manifestar su desacuerdo con Lukashenko tras las elecciones de 2020, consideradas fraudulentas por Occidente y la oposición local, indicó Associated Press.
Tras los comicios de 2020, estallaron masivas protestas antigubernamentales en Bielorrusia, que fueron duramente reprimidas por el régimen de Lukashenko, que detuvo a unas 65.000 personas.
El accionar de muchos clérigos protestantes y católicos, que apoyaron las protestas y ayudaron a los manifestantes refugiándolos en sus iglesias, enfureció a las autoridades, por lo que los referentes religiosos fueron especialmente perseguidos durante la represión de las protestas.
Se estima que en Bielorrusia hay 1.265 presos políticos, según el Centro de Derechos Humanos Viasna, una organización con sede en Minsk, capital del país europeo, que repudió la condena contra Arkatovich.
La población bielorrusa está compuesta por un 80% de cristianos ortodoxos, un 14% de católicos y un 2% de protestantes.