La falsa narrativa sobre los ‘civiles inocentes’ en Gaza
La muerte de un periodista, que mantenía a israelíes cautivos en su casa, durante la reciente operación de rescate de las FDI, despertó críticas contra Israel en lugar de contra los palestinos. Se trata de una situación insólita pero que no sorprende.
El rescate de cuatro rehenes israelíes durante una impresionante operación llevada a cabo por valientes soldados de las FDI no solo llevó alegría a una gran cantidad de personas en Israel y en el mundo y alivio a las familias de los jóvenes que habían sido secuestrados el 7 de octubre, sino también puso de relieve, una vez más, la manera nefasta con la que buena parte de la prensa, de las organizaciones no gubernamentales y de la política mundial, aborda el asunto del sufrimiento de los civiles en Gaza con el único fin de demonizar a Israel.
En un artículo publicado en Commentary, Seth Mendel sostuvo que los prejuicios y errores cometidos por los medios de comunicación y algunas organizaciones que se dicen humanitarias “no son una colección de errores sino el andamiaje de una narrativa. Y una vez que desmontas ese andamio puedes ver que toda su narrativa de la guerra era una mentira”.
Durante el reciente rescate de los cuatro israelíes, se reveló que murió un llamado periodista palestino que tenía en su casa del poblado de Nuseirat, Gaza, a tres de los secuestrados. Se trata de Abdullah al-Jamal, quien trabajaba para Palestine Chronicle (una organización con sede en Estados Unidos), había colaborado con Al Jazeera y, según señaló el periodista Eitan Fischberger, también fue portavoz del Ministerio de Trabajo de Hamás. Por lo tanto, es importante resaltar que había un reportero escribiendo sobre la guerra mientras mantenía cautivos a tres israelíes.
A pesar de la heroica operación para rescatar a los rehenes, algunas voces se quejaron por la muerte del periodista y por la cantidad de personas que perdieron la vida cuando los terroristas de Hamás dispararon contra los rehenes y los soldados durante la retirada.
Uno de los críticos de la operación fue el profesor Ben Saul, relator especial de la ONU sobre derechos humanos y contraterrorismo y profesor de derecho internacional en Australia, quien afirmó que el rescate pudo haber sido ilegal debido a que se pudo anticipar que la cantidad de bajas civiles serían “excesivas” y debido a que Israel habría cometido “perfidia” al disfrazar a algunas de sus fuerzas como civiles.
En su artículo, Mendel manifestó que a pesar de que se pretenda condenar a Israel por la operación, es positivo el hecho de que los israelíes simularon ser locales en lugar de entrar a los tiros donde se encontraban los rehenes. Y agregó que más allá de la “tontería" de que ‘no se puede engañar al enemigo en la guerra’, los israelíes no estaban en una misión de matar sino de rescatar. Y sí, respondieron cuando los terroristas de Hamás intentaron matar a los civiles que estaban rescatando”.
Sin embargo, insólitamente, los mismos que se quejan por la muerte de un periodista, no les llama la atención que él tuviese en su casa a rehenes israelíes. Y esta no es la primera vez que se revelan casos de reporteros que participaron en actividad terrorista.
¿Periodistas o terroristas?
A lo largo de la guerra entre Israel y Hamás, tras la masacre del 7 de octubre, el Estado judío ha acusado a algunos periodistas de Al Jazeera de formar parte de las filas de la organización terrorista palestina.
El periodista estadounidense Jonathan Schanzer mencionó a algunos de ellos en un artículo publicado en Commentary.
En marzo, señaló el autor, el Ejército israelí arrestó al reportero de Al Jazeera Ismail al-Ghoul durante un intercambio de disparos con terroristas de Hamás en el Hospital Shifa, en Gaza. El canal de televisión qatarí criticó inmediatamente su arresto, insistiendo en que se trataba de un periodista inocente. Más de una semana después, los israelíes lo liberaron, por lo que la emisora aprovechó la circunstancia para reforzar su argumento de que al-Ghoul era inocente.
Un mes antes, señaló Schanzer, Al Jazeera denunció a las FDI después de que uno de sus corresponsales resultara herido durante una ofensiva llevada a cabo por un dron israelí. Sin embargo, el portavoz del Ejército del Estado judío en idioma árabe respondió que Ismail Abu Omar “ocupaba el puesto de subcomandante de compañía en el Batallón Oriental de Jan Yunis de Hamás. Abu Omar incluso se filmó participando en la sangrienta masacre en [la comunidad] Nir Oz el 7 de octubre y lo publicó en las redes sociales”. Schanzer añadió que el reportero firmó con su nombre una foto publicada en Telegram, de un soldado de las FDI asesinado cuyo cuerpo fue llevado por Hamás a Gaza. Tras el escándalo, Al Jazeera negó haber actuado mal y afirmó que sus “políticas y regulaciones laborales estipulan que el empleado debe mantenerse alejado de afiliaciones políticas que puedan afectar su desempeño”.
Otros de los hechos que demuestran la forma en que periodistas de Al Jazeera estuvieron presuntamente involucrados en actividad terrorista sucedió en enero, cuando el reportero Hamza al-Dahdouh y un colega suyo murieron en un ataque aéreo israelí contra el vehículo en el que ambos viajaban de Jan Yunis a Rafah. Como era de esperar, el canal árabe condenó la ofensiva israelí. Hamás, por su parte, anunció la muerte de Dahdouh y añadió su nombre a una lista de periodistas supuestamente asesinados en la guerra. Sin embargo, las FDI manifestaron días después que el vehículo fue bombardeado porque ambos reporteros estaban operando un dron que representaba una amenaza para los soldados israelíes cerca de Rafah. Luego, el Ejército del Estado judío añadió que Dahdouh era un agente de la Unidad de Ingeniería Electrónica y un funcionario regional de la Unidad de Cohetes de la Yihad Islámica Palestina. Al Jazeera rechazó la acusación israelí y condenó “los intentos (...) de justificar el asesinato del colega Hamza Wael Al-Dahdouh y otros periodistas”.
El otro reportero que murió en la ofensiva era el camarógrafo Mustafa Thuraya, quien según las FDI era quien operaba el dron y quien aparecía en una lista de terroristas que luchaban para el Batallón Al-Qadisiya de Hamás.
Otro empleado de Al Jazeera que presuntamente estuvo involucrado en actividad terrorista es Muhammad Wishah, que trabaja en el canal Al Jazeera Mubasher. El 11 de febrero, las FDI confiscaron su computadora portátil en el norte de la Franja de Gaza, en la que, según el portavoz del Ejército israelí en idioma árabe, se encontraron imágenes y documentos que demostraban que Wishah es un comandante del ala militar de Hamás. El canal qatarí no ha respondido a estas acusaciones. No obstante, luego de las revelaciones de las FDI, Wishah eliminó publicaciones en las redes sociales que lo mostraban estrechando la mano de los líderes de Hamás Yahya Sinwar e Ismail Haniyeh.
Los palestinos apoyan masivamente a Hamás
El 7 de octubre, no solo terroristas que pertenecen a organizaciones oficiales como Hamás, Yihad Islámica o Fatah cometieron todo tipo de atrocidades, sino también los civiles que ingresaron con ellos o los que esperaban en Gaza para golpear a los secuestrados, muertos y vivos, que los criminales palestinos llevaban desde Israel.
Esta situación no sorprende, ya que según varias encuestas, los palestinos apoyan masivamente a Hamás.
Según un sondeo realizado en marzo por el Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas, la mayoría de los palestinos quiere que Hamás conserve el control de la Franja de Gaza después de que termine su guerra contra Israel.
Además, la organización sostuvo que el apoyo palestino a la actuación de Hamás durante el curso de la guerra "permanece estable en un 70%, y quienes viven en la Ribera Occidental ofrecen un porcentaje de satisfacción ligeramente superior”.
Si bien el apoyo al ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre contra Israel cayó 11 puntos en la Ribera Occidental en marzo, en comparación con diciembre de 2023, las cifras aumentaron 14 puntos entre quienes viven en Gaza, manifestó la organización. Los números pueden variar a medida que nos alejamos en el tiempo del día de la masacre, pero lo cierto es que el porcentaje de apoyo a las salvajadas de Hamás sigue siendo demasiado alto.
"Cuando se les preguntó sobre sus preferencias por el partido que debería tener el control en la Franja de Gaza después de la guerra, el 59% (un 64% en la Ribera Occidental y un 52% en Gaza) se inclinaron por Hamás”, señaló la organización.
Un exhabitante de Gaza afirma que el 99% de los gazatíes apoya el terrorismo
Según el testimonio de Dor Shahar, un exhabitante de Gaza que reside en Israel y se convirtió al judaísmo, la cuestión en realidad está relacionada con el adoctrinamiento al que son sometidos los palestinos desde pequeños, por lo que el odio a los judíos ya corre por sus venas desde que tienen uso de razón, sin importar lo que hagan o dejen de hacer los israelíes. De hecho, afirmó que "el 99% de los gazatíes apoya el terrorismo".
Shahar recordó durante la entrevista que una vez ingresó un hombre bien vestido al aula del colegio al que asistía en Gaza, y “nos dijo que nos iba a impartir una clase especial (...) y empezó a decir que los judíos son asesinos (...) que habían robado las tierras de nuestros abuelos, que todo Israel es Palestina, que hay que derramar nuestra sangre para recuperar nuestras tierras, que los judíos eran musulmanes y se convirtieron en infieles, que tienen tres piernas, y que el mandamiento más importante es matar a un judío".
El adoctrinamiento no se experimentaba sólo en la escuela, sino también en su propio hogar. Shahar comentó que él solía jugar al fútbol con soldados israelíes, y en una oportunidad uno de ellos le regaló un dulce. Al regresar a su casa con el envoltorio en la mano le preguntó a su padre si podía comprarle uno, pero la respuesta no fue la que esperaba. "Se enfureció y me amenazó. Me dijo que no tomara dulces de los judíos porque podían envenenarlos", comentó.
Naturalmente, si se combina el adoctrinamiento en el odio a los judíos con una guerra en la que Israel tiene que responder duramente contra Hamás luego del 7 de octubre, los resultados de la encuesta no sorprenden. Por lo tanto, es una tarea por demás compleja hacerles entender a los gazatíes que son los mismos que los gobiernan los que los han puesto en esa situación.
La guerra de la prensa contra Israel: mentiras y más mentiras
La guerra en Gaza, así como cualquier otro conflicto bélico moderno, no se libra solo en el campo de batalla, sino también en la prensa. Por un lado, está Israel, la única democracia del Medio Oriente, donde además de los datos oficiales proporcionados por las autoridades, pueden trabajar con libertad diversos medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales para informar sobre lo que está aconteciendo allí. Del otro lado está Hamás, la organización terrorista y autoritaria que gobierna en Gaza, donde no hay libertad de expresión y toda la información que sale desde la Franja es suministrada por el grupo islamista.
En pocas palabras; de un lado están todas las lupas del mundo puestas, incluso las israelíes, ya que el Gobierno debe rendir cuentas permanentemente en un país donde rige una democracia con división de poderes; y del otro lado está el relato de Hamás y solo el relato de Hamás. Sin embargo, en reiteradas ocasiones, una gran parte de la prensa mundial decide tomar la información brindada por el grupo terrorista como verídica, sin la necesidad de verificar ni investigar absolutamente nada.
La información falsa entregada por Hamás derivó en que a principios de mayo, incluso la ONU redujera prácticamente a la mitad las cifras de mujeres y niños muertos en Gaza. No obstante, el organismo sigue sin discriminar cuántos de los muertos citados pertenecían a la organización terrorista y operaban como miembros de su milicia.
Voz Media enumeró aquí algunas de las noticias falsas o tergiversadas más importantes que se publicaron para demonizar al Estado judío tras la masacre del 7 de octubre.
Civiles inocentes vs. ¿civiles o inocentes?
Como hemos visto, la información que suele llegar de la guerra en Medio Oriente está constituida, principalmente, por una prensa internacional y todo tipo de organizaciones que suelen tomar, inocente o maliciosamente, la información entregada por Hamás como fidedigna y que casi ni menciona la cantidad de terroristas que mueren en combate. Además, a la hora de analizar la realidad en Gaza, no se suelen tomar en cuenta las encuestas que muestran un apoyo masivo al terrorismo por parte de los palestinos y las horribles imágenes de civiles atacando brutalmente a israelíes. Muchos de estos civiles, indicó Shahar, eligen estar en esa difícil posición y que los gazatíes que realmente quieren vivir en paz abandonaron la Franja hace muchos años.
Israel tiene que seguir respetando la ley internacional en la guerra y continuar evitando las bajas civiles en la medida que se pueda. No obstante, el conflicto en la región será eterno si no se le exige al liderazgo palestino que deje de oprimir a su propio pueblo adoctrinándolo en el odio y usándolo como carne de cañón.