Estados Unidos arremetió este viernes contra un radar hutí en Yemen. Tan sólo el día anterior, las fuerzas militares estadounidenses, junto con las de otras cinco naciones, habían atacado por primera vez objetivos en territorio controlado por el grupo rebelde.

Esta vez, el portaaviones USS Carney (DDG 64) disparó contra un radar del grupo terrorista, en respuesta a unos ataques hutíes del día anterior. El Mando Central de los Estados Unidos (CENTCOM) también explicó en una publicación que la nueva operación tenía por objetivo dañar la infraestructura militar hutí para proteger la navegación marítima.

"Desde el 19 de noviembre de 2023, los militantes hutíes, respaldados por Irán, han intentado atacar y hostilizar buques en el Mar Rojo y el Golfo de Adén en 28 ocasiones", numeró CENTCOM y detalló: "Estos incidentes ilegales incluyen ataques que han empleado misiles balísticos antibuque, vehículos aéreos no tripulados y misiles de crucero".

Tanto los hutíes como su sponsor, Irán, habían prometido represalias si Estados Unidos continuaba con los ataques. En entrevistas posteriores al último ataque difundidas por la agencia oficial iraní IRNA, cargos vinculados al grupo desdeñaron la efectividad del ataque estadounidense y prometieron seguir atacando a buques -u otros objetivos- que consideraran vinculados a Israel, en respuesta a su ofensiva en Gaza.