El futbolista Cristiano Ronaldo podría convertirse en una nueva víctima del fundamentalismo islámico en Irán. La estrella portuguesa es objeto de persecución en el país de los ayatolás a raíz de su visita con el Al-Nassr, equipo de Arabia Saudí en el que juega, contra el equipo iraní de Persépolis con motivo de la Liga de Campeones de Asia.

Según informa la prensa deportiva especializada, que medios locales iraníes como Rouydad24 y Sharq Emroz, Ronaldo se enfrenta a este castigo después de haber sido acusado de adulterio por un grupo de abogados iraníes. El presunto delito: abrazar a una mujer soltera. El castigo: condenado a recibir 99 latigazos.

Ocurrió en septiembre, cuando Cristiano Ronaldo viajó a Irán para disputar el partido contra el Persépolís -que Al-Nassr venció por 0-2- y allí quiso cumplir el deseo de una admiradora que tiene en el país de los ayatolás, la pintora irani Fátima Hamami.

Hamami, que sufre una discapacidad, quería regalar a su ídolo un retrato que le había realizado. Ronaldo aceptó el regalo y abrazó a la pintora en un gesto que le ha valido la condena del régimen islamista. En Irán está prohibido tocar a una mujer soltera. De ahí la denuncia y la pena que anuncia la prensa deportiva y los periódicos iranís, que el futbolista portugués debería cumplir la la próxima vez que pise Irán.