“Hay terroristas en la casa”: los crudos relatos que revelan cómo Hamás secuestró a 150 personas en Israel
Los familiares de los rehenes están desesperados, sin saber nada sobre la situación de sus seres queridos.
“Estamos deseando que pueda estar viva”, fueron las devastadoras palabras del periodista y relator argentino Hernán Feler, quien reveló que su tía, Ofelia Roitman, de 77 años, fue secuestrada por Hamás tras el ataque por tierra desde la Franja de Gaza.
Feler explicó que su tía junto con su esposo, quien no estaba en el ataque aquejado por un problema de salud, viven en el Kibutz Nir Oz que está próximo a la frontera de Gaza, y aunque todo parecía tranquilo aquel día, la situación se transformó en un infierno en cuestión de instantes.
“Tengo en Israel a mis dos tíos, a mis primos, los hijos de mis primos (…) Primero, en 1985, mis tíos y mis primos se fueron de Buenos Aires en busca de una nueva vida y desde entonces viven en Israel. Apenas ellos llegaron hace años atrás, ya se instalaron en el kibutz Nir Oz, que está pegado a la Franja de Gaza. Siempre vivieron ahí. Hoy todos están en Israel, pero los únicos que quedaron viviendo en ese viejo kibutz son mis tíos”, dijo Feler en una entrevista con D-Sports (103.1 FM).
“Mi tío no estaba el día del ataque porque tuvo un episodio de salud, pero sí se había quedado mi tía. Y parecía una mañana normal, como casi siempre, hasta que empezaron los bombardeos y mi primo mayor, Pablo, le escribió a mi tía Ofelia que por las dudas se resguarde en el refugio de la casa (...) Cuando empezó el bombardeo, mi tía se fue con su celular abajo a protegerse, estaba en permanente contacto con mis primos, hasta que le dijo a uno de mis primos: ‘escucho movimientos extraños afuera’.”
Después de un tiempo, no se supo más de Ofelia y sus familiares ahora dan por descontado que la mujer fue tomada como rehén, como tantos otros extranjeros cuya situación, hasta ahora, es desconocida.
Hasta el momento, las autoridades israelíes estiman que 150 personas fueron secuestradas y llevadas a la Franja de Gaza por el grupo terrorista Hamás, que ya amenazó con ir ejecutando uno por uno a los rehenes por cada ataque aéreo lanzado por Israel en represalia a la inédita agresión que inició hace cuatro días.
Los testimonios de los familiares de los rehenes son crudos y terribles, especialmente porque están a oscuras, nadie sabe con exactitud que está sucediendo con las personas secuestradas, pero sí saben que fueron raptadas por un grupo de terroristas que dejaron un río de su sangre a su paso.
No hubo respuesta
The New York Times entrevistó a varios de los familiares que revelaron cómo sus seres queridos fueron secuestrados.
Está el caso de Gaya Kalderon, quien supo por última vez de la mitad de su familia a las 8:26 de la mañana del sábado, en pleno ataque terrorista.
Su hermana Sahar, de 16 años, le dijo en un mensaje de texto “Están aquí”.
“¿Quiénes?”, le respondió Gaya.
“Nos estamos escondiendo de ellos (…) Hemos salido de casa”, continuó Sahar, quien no pudo responder las últimas dos preguntas de su hermana Gaya, de 21 años: “¿Dónde están? ¿Adónde van?”.
“Muriendo de miedo, sola”
En el pasado, el Estado israelí tuvo que pagar un altísimo precio por los rehenes capturados por Hamás. Un caso icónico es el del soldado Gilad Shalit, capturado por el grupo terrorista y liberado tras cinco años como prisionero en 2011 a cambio de mil presos palestinos, luego de que su secuestro conmoviera al país israelí y a gran parte de la comunidad internacional.
Con decenas de personas tomadas como prisioneros, no hay certeza alguna de cómo serían unas eventuales negociaciones a cambio de los rehenes, sobre todo por la escalada del conflicto, con Israel aumentando su poder de fuego contra Gaza tras la vulneración más grande de sus fronteras en décadas.
Un caso que se hizo viral en redes sociales fue el de la abuelita Yaffa Adar, una mujer de 85 años que fue secuestrada por los terroristas de Hamás y que se la vio paseando en un carrito de golf con los milicianos horas después del ataque. Su nieta, Adva Adar, dice que no sabe nada del paradero de su abuela y que está preocupada por su salud.
"Esta es mi abuela, fue capturada y llevada a Gaza. ¡Se llama Yaffe Adar y tiene 85 años! Mi abuela que fundó el kibutz con sus propias manos, que creía en el sionismo, que amaba a este país que la abandonó, fue secuestrada. Probablemente abandonada en algún lugar, sufriendo fuertes dolores, sin medicinas, sin comida y sin agua, muriendo de miedo, sola. Nadie nos habla, no saben decir nada, toda la información que tenemos nos enteramos de los vídeos que circularon", escribió la nieta de Yaffa en Facebook.
“Estos dos pequeños bebés no deberían estar con terroristas”
Otro relato devastador, recogido por el NYT, es el de Yoni Asher, cuyo calvario inició el mismo sábado por la mañana durante una llamada telefónica con su esposa, Doron Asher Katz.
La señora Asher Katz le dijo a su marido que todas las mujeres en casa, incluyendo a su madre y sus dos hijas, de 5 y 3 años, estaban encerradas en una habitación segura en un pueblo cercano a la frontera de Gaza.
"Me dijo: 'Hay terroristas dentro de la casa'", dijo el Sr. Asher sobre la conversación que mantuvo con su esposa.
En la casa estaba Gadi Moses, compañero de la madre de Asher Katz, quien intentó mediar en vano con los intrusos. "Ella dijo: 'se han ido y se lo han llevado con ellos'", dijo Yoni Asher, quien esperaba tener señales de que su familia estuviera a salvo, pero pronto la llamada se cortó y las líneas telefónicas dejaron de servir.
Esa vez, fue la última noticia directa que tuvo Asher de su esposa, suegra e hijas.
Sin embargo, el hombre, de 37 años, pudo rastrear el teléfono de su esposa, que fue llevado a través de la frontera de Gaza ese mismo sábado.
Conforme pasaron las horas, Asher detectó un vídeo en redes sociales de varios israelíes tomados como rehenes a través de Gaza. Según relató al NYT, en ese vídeo reconoció a su esposa, Doron; a sus hijas, Raz y Aviv; y a su suegra, Efrat.
"No puedo dormir, vivo fuera de mi cuerpo", le dijo Asher al medio. "Tengo dos bebés, dos niñas. Estas pequeñas bebés no deberían ser retenidas o mantenidas por terroristas".