¿Qué está pasando en Sudán?
Las claves más importantes para comprender qué ocurre en el país africano, sumergido en guerra civil desde el pasado 15 de abril.
El Gobierno de Estado Unidos logró este domingo evacuar al personal de su embajada en Sudán. Llevó a cabo una operación que los analistas en Defensa describieron como "perfecta" y "de manual". Tres helicópteros de gran capacidad MH-47 Chinook volaron de noche desde Djibouti a Khartoum y alrededor de una hora después volvieron a retomar el vuelo con todos los diplomáticos y sus familias. Es la segunda evacuación diplomática en lo que va de Administración Biden. ¿Cómo se ha llegado a esta situación y qué está ocurriendo en Sudán?
La situación de Sudán
Sudán se encuentra al sur de Egipto y hace frontera con siete otros países (Libia, Egipto, Chad, República Centroafricana, Sudán del Sur, Etiopia y Eritrea). Cuenta con 530,03 millas de costa que dan al mar Rojo, justo frente a la coste occidental de Arabia Saudí. El país es atravesado por el río Nilo.
Varios países tienen intereses en Sudán. Rusia consiguió en abril de 2023 cerrar un acuerdo para poder construir su base militar marítima en el mar Rojo. De acuerdo con los analistas de Crisis Group, otras potencias como Israel o Egipto no están cómodos con el refuerzo de la posición rusa en la región.
Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos son dos fuentes de financiación vitales para Sudán. Ambos países inyectan fondos y evitan su colapso económico total. A cambio, Sudán se ha convertido en un importante suministrador de alimentos. También tiene importantes yacimientos de oro que se reparten entre Emiratos Árabes Unidos y varias empresas de Yevgeny Prigozhin, propietario del grupo mercenario Wagner. Egipto, por su parte, no quiere que Sudán apoye a Etiopía en su proyecto de la Gran Presa del Renacimiento, que amenaza con dejar a Egipto sin el agua del Nilo.
Intento de democracia
Desde 1993 el dictador Omar al Bashir gobernó el país con el apoyo de los militares y de los islamistas. En 2019, las protestas multitudinarias contra el dictador fueron apoyadas por el estamento militar, lo que obligó a al Bashir a abandonar el poder. La coalición de fuerzas políticas que convocaron las protestas consensuaron que al Bashir debía ser juzgado por corrupción y violación de los derechos humanos.
Los militares dieron entonces la autoridad a un órgano de transición democrática. Lo encabezó Abdallah Hamdok, un sudanés educado en Reino Unido y que anteriormente había desempeñado distintos cargos en organismo internacionales. A Hamdok se le encomendó la misión de preparar al país para una próximas elecciones generales. La mayoría de los Gobiernos occidentales, entre ellos Estados Unidos, fueron favorables a esa idea.
El 25 de octubre de 2021, los militares volvieron a intervenir y derrocaron al Gobierno de Hamdok. Encabezados por el general Abdelfatah al Burhan, secuestraron a Hamdok e instauraron una junta militar en el poder. Volvieron las protestas masivas a las calles, con importantes bajas civiles. A partir de ese momento, los militares intentaron consensuar algún tipo de pacto con las fuerzas políticas para establecer una nueva forma de Gobierno que mantuviera a Al Burhan en el poder. Las fuerzas políticas civiles se negaron.
Las FAR se levantan contra la Junta Militar
Después de un año y medio de bloqueo político, el segundo la mando de la Junta Militar, Mohamed "Hemeti" Hamdan Dagalo lanzó sus tropas contra las del general Al Burhan. Hemeti dirige las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), unas milicias paramilitares que asistieron a Arabia Saudí en la guerra de Yemen y que cuentan con el apoyo de Rusia y el grupo Wagner. De acuerdo con mensajes de Hemeti en Twitter, su intención es desbloquear la situación del país. El 15 de abril comenzaron los combates entre los dos bandos. La Organización Mundial de la Salud reporta alrededor de 400 civiles muertos a causa de los choques armados, que se concentran en las inmediaciones de Khartoum, la capital.
¿Aún quedan civiles americanos en Sudán ?
Aunque el Departamento de Estado y el Pentágono llevaron a cabo una operación para evacuar al personal de la embajada, alrededor de 16.000 ciudadanos estadounidenses siguen en Sudán. Muchos de ellos son sudaneses que disponen de doble nacionalidad y la Administración Biden no prevé evacuarles del país pese a la gravedad de la situación.
John Bass, subsecretario de Gestión del Departamento de Estado no recomendó a estos ciudadanos dirigirse a Puerto Sudán, dónde navíos de otros países podrían evacuarlos. "Esto parece ser un viaje bastante difícil dada la falta de combustible previsiblemente disponible, agua, alimentos y otros elementos esenciales", dijo el subsecretario Bass. "No aconsejamos a nadie que emprenda ese camino necesariamente. Pero entendemos si hay gente que va a hacerlo, y vamos a seguir buscando formas de intentar ayudarles", añadió.