Chicago desmantela su seguridad: las escuelas públicas ya no tendrán policías en sus campus

La Junta de Educación de la ciudad demócrata votó de forma unánime por eliminar la presencia de agentes uniformados en 39 centros educativos, activa desde 1991.

Las escuelas públicas de Chicago, Illinois, se quedan sin policías. Es lo que votó este jueves la Junta de Educación de la ciudad, que pone así fin a su acuerdo con el Departamento de Policía y acaba con la presencia de agentes uniformados en los campus públicos de la ciudad. La medida se suma a una serie de políticas demócratas que desfavorecen a las fuerzas del orden en Chicago.

La Junta de Educación de la ciudad de Chicago debatió esta resolución durante este jueves a lo largo de más de ocho horas de pleno. Tras ello, los miembros de la junta votaron a favor de eliminar las patrullas policiales en las escuelas, tal y como se llevaba haciendo desde 1991. Son en total 39 los campus escolares afectados por esta decisión.

En el centro de la polémica, y lo que motivó esta votación, están las denuncias por los efectos negativos de la presencia policial en los campus. De acuerdo con Fox News, algunos alumnos aseguraron ante la Junta de Educación que los uniformados les "asustaban". En esta línea, los partidarios de retirar a la policía de las escuelas afirmaron que la presencia de agente afectaba a las minorías y no hacían que las escuelas fueran más seguras.

Chicago desmantela su seguridad

Después de esta votación la Junta debe hacerse con un plan efectivo para reorganizar los fondos que estaban destinados a las patrullas policiales en los campus escolares públicos. Los miembros de la Junta a favor de acabar con las patrullas aseguraron que esta es una oportunidad para destinar los fondos a otros proyectos. "Coordinadores de justicia restaurativa, especialistas en intervención juvenil, apoyos envolventes y programas de tutoría, entre otros", de acuerdo con Fox.

Un argumento similar fue el que el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, evocó al anunciar la retirada del sistema ShotSpotter. El alcalde puso fin al contrato con esta herramienta que sirve para alertar a la Policía con la ubicación aproximada de tiroteos en tiempo real en la ciudad de Chicago.

Acabar con ShotSpotter fue una decisión duramente criticada, debido a que la Policía se mostró satisfecha con esta herramienta, que permitía enfrentarse a un problema recurrente en la ciudad. Brandon Johnson alegó que ShotSpotter discriminaba a ciertas comunidades.