Boris se va

Johnson deja de ser el primer ministro británico y el liderazgo de los tories el martes.

La presión ha crecido en las últimas horas, y Boris Johnson ha acabado por no soportarla. El primer ministro británico dejará el gobierno el martes, así como el liderazgo del Partido Conservador.

Johnson había recibido unas críticas aceradas por parte de la prensa, la oposición y su propio partido con motivo de las fiestas que se organizaron en la sede del gobierno británico, mientras el propio gobierno prohibía ese tipo de reuniones al resto del país. La caída en las encuestas de los tories ha sido definitiva.

Las críticas no sólo se dirigían a que hiciera lo que el gobierno prohibía al resto, sino que estuvo mintiendo durante semanas. Dijo que esas fiestas nunca habían tenido lugar. Ante la acumulación de evidencias en la prensa de que se habían celebrado, Johnson acabó por reconocer que se habían producido, y que él había participado en ellas.

Un nuevo líder

El líder conservador acabó reconociendo los hechos, y pidió perdón por ello. Pero no logró cortar la polémica. En los últimos días habían dimitido dos ministros del gabinete, y varios de los que aún seguían en Downing Street amenazaban con hacerlo. Otros 48 miembros del gobierno, a distintos niveles, también se han negado a continuar bajo el liderazgo de Johnson.

Ahora se abre un período de incertidumbre, que no se despejará hasta que el Partido Conservador elija un nuevo líder.

Un legado echado a perder

Boris Johnson llegó al poder en 2019 con la mayoría más amplia del Partido Conservador en 30 años. Han sido años tumultuosos para el país y para él. Johnson ha liderado el gobierno en el arranque del brexit, durante la pandemia, y frente a la invasión de Ucrania por Rusia.

En el plano personal, a Johnson le ha dado tiempo de casarse y tener nos hijos. También tuvo que ser hospitalizado tras haber sido infectado con covid-19.