Asalto al Tribunal Supremo: los legisladores demócratas comienzan su campaña para controlar la corte

Tras los varapalos a iniciativas progresistas y woke, proponen que jueces de tribunales inferiores supervisen a los miembros de SCOTUS y aumentan las causas de recusación.

Los senadores demócratas se convirtieron en la punta de lanza de su partido para hacerse con el control, o al menos debilitar la influencia conservadora, del Tribunal Supremo. El visto bueno tras una bronca sesión del Comité Judicial de la Cámara Alta para que un proyecto de ley que propone que jueces de tribunales inferiores supervisen el comportamiento de los miembros de SCOTUS o aumente las causas de recusación prosiga su tramitación es el primer paso tangible en las propuestas que los congresistas azules llevan tiempo lanzando.

Fijación demócrata con el Tribunal Supremo

La fijación demócrata por el control del Tribunal Supremo no es una novedad. Como el senador republicano Lindsey Graham recordó en varias ocasiones a Chuck Schumer, líder de la Mayoría de la Cámara Alta, su participación en una manifestación en las puertas de la Institución y su advertencia de que los jueces "pagarían el precio" de fallar a favor de las restricciones al aborto. Tres años, y varios varapalos a iniciativas progresistas después, los políticos azules tratan de pasar la factura.

Congresistas como AOC pidieron el 'impeachment' de miembros de SCOTUS

Los fallos del pasado junio, que tumbaron la medida estrella de Biden para su mandato, la cancelación de la deuda de los estudiantes; el rechazo a la discriminación positiva en la admisión de las universidades, o su blindaje a la libertad religiosa frente a la ideología woke LGBT y en el puesto de trabajo fueron la gota que colmó el vaso. Lejos del respeto debido a las decisiones judiciales, y más aún por parte de representantes electos, destacados congresistas demócratas clamaron por iniciar una serie de medidas para limitar las acciones de los conservadores en el Supremo. Algunos, como Alexandria Ocasio-Cortez llegaron a proponer citaciones y el impeachment de miembros del Supremo.

 

Control por Tribunales inferiores

Entre las propuestas se encuentra aumentar el número de jueces que formen parte de SCOTUS, de manera que se diluya la mayoría conservadora. Desde los medios se está cargando contra los regalos aceptados por varios de los jueces más destacados, como Clarence Robertson o Samuel Alito, que son la base en la que fundamentan el proyecto de ley que acaba de pasar la Comisión. En este sentido, el proyecto de ley recoge que jueces de tribunales inferiores sean los encargados de supervisar el comportamiento de los miembros del Supremo. Algo que desató la indignación de los conservadores, que recordaron que SCOTUS revisa las sentencias -y tiene poder para revocarlas- de estos juzgados.

El senador demócrata y presidente del Comité Judicial Dick Durbin rechazó las acusaciones de que se trata de una respuesta a los últimos reveses judiciales de su partido e insistió en que él ya instó hace una década al presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, a adoptar un código de conducta vinculante. En ese momento, la composición del Alto Tribunal era muy diferente. "Lamentablemente, no aceptó mi sugerencia. Desde entonces, a medida que han surgido más y más historias de faltas éticas de los jueces, la confianza del pueblo estadounidense en el Tribunal Supremo ha caído a un mínimo histórico", dijo Durbin.

"Han hecho todo lo posible para deslegitimar este tribunal"

Algo que no convence a los políticos conservadores, como Graham, que denuncian que "lo que [los demócratas] intentan hacer no es mejorar la Corte, intentan destruirla tal y como existe. Ustedes han hecho casi todo lo que hay que hacer para deslegitimar este tribunal”. El senador John Cormyn añadió que se trata de un ataque partidista contra la separación de poderes en el que llevan tiempo trabajando.

Convertir el Tribunal Supremo en un arma del Partido Demócrata

También Marsha Blackburn, autora de una enmienda que fue rechazada por la mayoría demócrata, fue más allá al asegurar que el objetivo final de los demócratas es "convertir el Tribunal Supremo en un arma" para su partido.