El Supremo sentencia que las grandes tecnológicas no tuvieron responsabilidad en dos atentados yihadistas

Responde así a dos denuncias contra Google, Twitter y Facebook presentadas por familiares de víctimas de los ataques terroristas de Estambul y París.

La Justicia falló a favor de las grandes empresas tecnológicas como Google o Twitter después de que las familias de dos víctimas de dos atentados yihadistas perpetrados en Estambul (Turquía) en 2017 y en París (Francia) en 2015 presentasen dos demandas contra las compañías por tener cierta responsabilidad en los ataques del Estado Islámico (ISIS). El Tribunal Supremo determinó que el hecho de que la organización terrorista publicase contenido en las tecnológicas no es motivo para incriminarlas.

El juez del caso, Clarence Thomas, sentenció que no podía culpar a las compañías de complicidad con los terroristas porque las familias demandantes no aportaron pruebas suficientes:

Los demandados sabían que el ISIS utilizaba sus plataformas, pero no impidieron que lo hiciera. En consecuencia, los demandantes pretenden responsabilizar a Facebook, Twitter y Google del ataque terrorista que supuestamente les perjudicó. Concluimos, sin embargo, que las alegaciones de los demandantes son insuficientes para establecer que estos demandados ayudaron e instigaron a ISIS a llevar a cabo el ataque relevante.

El juez Thomas añadió que "por su propia naturaleza, los conceptos de complicidad y asistencia sustancial no se prestan a distinciones claras y nítidas", por lo que "el objetivo de la complicidad es imponer responsabilidad a quienes participaron conscientemente en el delito en cuestión".

La defensa de las empresas tecnológicas se amparó en la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, que concede a estas compañías cierta inmunidad frente a algunas demandas penales y civiles. Con ella determinó que las compañías no fueron editoras de contenido de terceros, sino que simplemente proporcionaron una plataforma en la que esos terceros puedan publicar sus creaciones.