"Fui al infierno y volví". Alexander cuenta que a su paso por el quirófano, hace nueve años, le siguió un período de adición. Que "por mucho tiempo" estuvo "tratando de olvidar lo que había pasado". Lo que había pasado era una cirugía de género, de la que hoy se arrepiente: "Estoy en paz con ser hombre".
Ritchie se dio cuenta al instante: "Supe de inmediato que me arrepentía". No se animó a decírselo a su madre. Cuando se lo confesó a su terapeuta de género, este contestó que no, que no lamentaba la cirugía, "simplemente tienes trastorno obsesivo compulsivo". El diagnóstico luego cambiaría a personalidad inestable, de acuerdo con Alexander, y el cuerpo médico nunca reconocería que, simplemente, se había arrepentido.
Estos son dos de los cinco testimonios en The Lost Boys: Searching for Manhood (Los niños perdidos: buscando la hombría), una película de The Center for Bioethics and Culture Network (CBC) que relata en primera persona cinco casos de detransitioners, aka: personas que se arrepienten de su tratamiento de género. La cinta explora el camino que los llevó a convencerse de que sometiéndose a una transición de género -desde hormonas hasta cirugía- solucionarían el descontento con su identidad, con la diferencia entre su cuerpo y su identidad. Un proceso acelerado, según cuentan, por una mezcla de contenidos en redes sociales y medios de comunicación, pornografía, problemas mentales y adultos prontos a afirmar. Brian, uno de los protagonistas, dice sobre una supuesta experta en el tema:
La primera vez (que hablamos) que me dijo que yo era transexual y que sólo a un transexual le gustaba ese tipo de porno y ese estilo de vida y que tenía que empezar la transición.
"Los profesionales de la medicina realmente me llevaron por mal camino", añade luego y confiesa daños irreparables a su salud, como que no podrá tener hijos. Brian, como Ritchie, Alexander, Njada y Torren, se arrepiente de su transición. Este arrepentimiento es "visceral", como escribe en su reseña de la película Claire Fox, miembro de la Cámara de los Lores.
Los detransitioners protagonistas no callan allí. Cuentan su camino de vuelta, que en algunos casos nunca será médicamente completo -se llaman "pacientes de por vida"- y que está plagado de amenazas e intentos de censura. "No me gusta la idea de ser un 'daño colateral' para el movimiento trans", dice Brian. También piden cambios: el propio Brian reclama más pruebas médicas antes de las transiciones, Alexander empezó un grupo de apoyo para los detransitioners en Noruega.
El camino de los cinco detransitioners completa una trilogía de la CBC, integrada también por Trans Mission: What’s the Rush to Reassign Gender? (Misión Trans: ¿cuál es el apuro para reasignar el género?) y The Detransition Diaries: Saving our Sisters (Los diarios de la detransición: salvando a nuestras hermanas).
