"Un campo de batalla": continúa la violencia callejera en Francia

La familia de Nahel pidió respeto durante el funeral realizado este sábado. El joven fue enterrado en el cementerio de Mont-Valérien.

Francia sigue revuelta.  El país se encuentra plagado de saqueos, incendios y enfrentamientos en plena calle pasadas cuatro noches desde la muerte de Nahel cuando intentaba escapar de un control policial en la barriada de Nanterre, París.

El Ministerio de Interior aseguró el sábado que la violencia había descendido durante la noche, que se saldó con 79 oficiales heridos y 944 manifestantes arrestados -más de 1.300 desde que comenzaron los disturbios-.

Gracias a la movilización de las fuerzas de seguridad interior en todo el país, el nivel de violencia anoche fue inferior al de la noche anterior. 

Los episodios de violencia siguieron sucediéndose a pesar de los 45.000 agentes movilizados, 5.000 más que la jornada anterior. Como las demostraciones en un memorial del Holocausto, que incluyeron pintadas, cánticos y el intento de quemar una bandera francesa:

Horrible. Alborotadores profanan un memorial del Holocausto.

En un video ampliamente difundido en redes sociales, una motocicleta recorre un París que parece "un campo de batalla".

#Francia Una visión de #París, un campo de batalla: #disturbios y graves disturbios, incendios provocados y pedradas, con las horas de oscuridad, a manos de jóvenes, tras días de disturbios y pérdida de control sobre la capital.

El presidente Emmanuel Macron canceló un viaje a Alemania que tenía programado para el domingo. Después de volver desde Bruselas, Bélgica, para hacer frente al caos con una reunión interministerial, Macron responsabilizó a los padres de los manifestantes. También culpó a los videojuegos y las redes sociales, y aseguró que "nada justifica la violencia".

Funeral en Nanterre

"Para la familia de Nahel, el sábado 1 de Julio será un día de luto", comienza un comunicado emitido por los abogados de la familia del joven de 17 años.

Los letrados pidieron que se respete el duelo de la familia, para lo que solicitaron a los periodistas que no acudan al funeral.

En un comunicado emitido por sus abogados, la familia de Nahel pide a los periodistas que no asistan mañana a las distintas etapas del funeral

La mezquita de Ibn Badis en Nanterre esperaba tantos asistentes al salatul janazah -oración fúnebre- del joven fallecido que autorizó el rezo en áreas al aire libre, pero avisó que si se superaba su aforo debería comenzar a vetar la entrada.

Efectivamente, las puertas debieron cerrarse y algunos asistentes oraron desde afuera, según reportó Christopher Ayad para Le Monde. También informó que a las 15 pm el féretro de Nahel fue transportado desde allí hacia el cementerio de Mont-Valérien, mientras se oían gritos de "Justicia por Nahel" y "Allahu Akbar!".

Pedido de una estrella de fútbol

"Desde ese trágico suceso (la muerte de Nahel), hemos atestiguado la cólera popular, cuyo fondo comprendemos, pero cuya forma no podemos aprobar", escribió la estrella de fútbol francés Kylian Mbappé.

Muchos de nosotros procedemos de barrios populares, y compartimos estos sentimientos de dolor y tristeza. Pero a este sufrimiento se añade el sentimiento de impotencia al asistir a un verdadero proceso de autodestrucción. La violencia no resuelve nada, menos aún cuando se vuelve inevitable e implacablemente contra quienes la expresan, sus familias, sus seres queridos y sus vecinos.

Son sus bienes los que están destruyendo, sus barrios, sus ciudades, sus lugares de realización y de proximidad. En este contexto de tensión extrema, no podemos permanecer callados, y nuestra conciencia cívica nos impulsa a hacer un llamamiento al apaciguamiento, a la concienciación y al sentido de la responsabilidad. Los actores sociales, los padres, los hermanos y hermanas mayores y menores de nuestros barrios deben trabajar para devolver la paz a nuestras urbanizaciones. La "convivencia" que tanto apreciamos está en peligro, y es responsabilidad de todos nosotros preservarla.

Hay otras formas pacíficas y constructivas de expresarnos. Ahí es donde deben centrarse nuestras energías y pensamientos. El tiempo de la violencia debe terminar y ser sustituido por un tiempo de luto, diálogo y reconstrucción.