Francia: la muerte de un adolescente a manos de la policía provoca graves disturbios

Los gendarmes franceses detuvieron al menos a 31 personas tras una noche de altercados en París que causó numerosos heridos y daños materiales.

La muerte de un adolescente de 17 años tras intentar escapar de un control de tráfico cerca de París provocó una oleada de disturbios en la capital francesa. La gendarmería detuvo al menos a 31 participantes en los altercados, que se enfrentaron a los agentes, asaltaron una prefectura de policía, destruyeron coches y mobiliario urbano e incendiaron una escuela y el Ayuntamiento de Val Fourré. El ministro del Interior anunció el despliegue de 2.000 miembros de las fuerzas del orden para evitar nuevos incidentes. El policía que disparó al menor se encuentra detenido mientras se investiga lo sucedido.

El autor del disparo, detenido

El menor abatido, que contaba con antecedentes por desobediencia a la autoridad, según Franceinfo, y conducía sin carnet, trató de escapar del control de dos motoristas de Tráfico. Varias personas captaron el incidente y compartieron los vídeos en redes y con los medios de comunicación franceses. En las grabaciones se observa a ambos policías en el lateral del coche, mientras uno de ellos encañona con su pistola al joven. Cuando éste acelera tratando de escapar, recibe un disparo en el pecho. Los servicios de emergencia desplazados al lugar no pudieron salvar su vida.

El autor del disparo se encuentra detenido, mientras la Fiscalía abrió dos investigaciones: una por resistencia a la autoridad e intento de asesinato de un funcionario público, y una segunda contra el policía por homicidio deliberado. La familia del fallecido anunció, a través de su abogada, Jennifer Cambla, que presentará una denuncia por "falsificación de documento público" al considerar que los agentes mintieron en su primer atestado, donde señalaban que el joven "chocó contra ellos". Posteriormente, ambos señalaron que sólo había acelerado tras detenerse delante de ellos.

350 agentes se enfrentaron a los manifestantes

El suceso provocó una oleada de protestas que se extendió por los suburbios de París y obligaron al despliegue de 350 policías de la Prefectura de París, que tuvieron que emplearse a fondo contra los manifestantes. Los incidentes se saldaron con 24 detenidos, 24 antidisturbios heridos, 42 vehículos incendiados, así como maquinaria de obra. También ardieron una prefectura de policía y el Ayuntamiento de Val Fourré. El prefecto de París, Laurent Núñez, destacó que la actuación de los agentes desplegados "evitó saqueos de comercios y edificios públicos".

Fuegos artificiales contra los agentes

Ataques a bomberos