Un autobús llegado de Texas descarga a decenas de inmigrantes en Washington, delante de la casa de Kamala Harris

El gobernador Abbott seguirá mandando a ilegales ciudades santuario y asegura que Texas es el estado que más ha hecho para proteger a los estadounidenses.

Continúa el pulso entre Greg Abbott y la Casa Blanca por el grave problema de la inmigración, del cual Texas, el estado sureño fronterizo con México y liderado por el republicano, se está llevando la peor parte. El gobernador Abbott, en respuesta a la brutal presión migratoria que sufre su estado, decidió ya hace meses enviar autobuses cargados de inmigrantes a los estado del norte y ciudades santuarios de Estados Unidos. Este pasado domingo, un autobús trasladó hasta el Observatorio Naval de Washington D.C. a decenas de inmigrantes procedentes de Texas. En esa dirección, concretamente en el número uno de Observatory Circle, se encuentra la casa de la vicepresidenta, Kamala Harris.

Un canal de noticias local de la cadena ABC tuiteó varios vídeos en los que se veían a los inmigrantes descendiendo del autobús y cogiendo sus pertenencias del inmenso maletero que llevan este tipo de transportes en sus bajos.

No es la primera vez que el gobernador de Texas hace esto. En abril del año pasado, Greg Abbott comenzó a enviar inmigrantes a la capital federal con el fin de presionar a Biden para que actuara en materia de seguridad fronteriza e inmigración. Antes de hacerlo escribió una carta a Joe Biden en la que le decía que sus políticas "dejan a mucha gente en el frío amargo y peligroso, mientras un vórtice polar se adentra en Texas", en referencia a una ola de frío que causó estragos en aquel territorio durante esos días. "Texas ha soportado una carga desigual causada por sus políticas de fronteras abiertas", añadió Abbott.

Las autoridades texanas aseguran que estos envíos continuarán, especialmente hacia Nueva York, Filadelfia y Chicago. El alcalde Nueva York, Eric Adams, que declaró a su ciudad en un principio como ciudad santuario y criticó la falta de solidaridad de muchos republicanos, empezó a recular hace pocos días y ya ha trasladado a decenas de inmigrantes también en autobús desde la ciudad de Nueva York a otros condados de este estado gobernados por republicanos.

Greg Abbott dio este pasado domingo las últimas cifras de la Operación Lone Star, según las cuales Texas había realizado 373.000 aprehensiones y 28.000 arrestos criminales, incautado 402 millones de dosis letales de fentanilo y más de 17.600 inmigrantes trasladados a ciudades santuario. Y aseguró que ningún estado había hecho tanto como Texas para proteger a los estadounidenses.