"Sobreviví a la Revolución Cultural china, estoy viviendo lo mismo con el 'virus woke' en Estados Unidos"

Voz Media conversa con Xi Van Fleet, superviviente del "caos" del Gobierno de Mao, que nos explica por qué conocer la historia del socialismo es imprescindible para combatirlo hoy. 

Lo primero que recuerda Xi Van Fleet son los "dazibaos" colgados en la pared alta de la cafetería. Grandes, escritos a mano, estos carteles aparecieron en la escuela de la noche a la mañana. "Eran como las redes sociales de entonces", explica.

Como era pequeña, apenas entendía su contenido, pero captando algunas palabras y dibujos logró deducir que eran denuncias contra sus propios maestros y directivos. Ese fue el inicio, para ella, de la Revolución Cultural china: una política de Mao que costó hasta dos millones de vidas, según algunas estimaciones, y paralizó la economía de la nación.

Voz Media conversa con esta superviviente sobre su experiencia durante "el caos" de los días de Mao Zedong y explica por qué conocer la historia del socialismo es imprescindible para detectarlo y combatirlo hoy.

Van Fleet se ha vuelto una excepción. No por haber vivido y sobrevivido aquellos años tumultuosos -"mi experiencia no es única, hay cientos de chinos que vivieron esa revolución"-, sino por haber decidido tornar al activismo a partir de las lecciones que aprendió de entonces. Aunque forma parte de un grupo conservador de Virginia desde hace por lo menos dos años, su nombre empezó a circular por los grandes medios nacionales y universidades a lo largo de todo el país tras un discurso que dio ante el Consejo Escolar del Distrito de Loudoun.

En el video viral de su comparecencia, Van Fleet asegura que el sistema educativo americano estaba entrenando a los niños "para que sean guerreros de la justicia social, para que odien a nuestro país y nuestra historia" y asegura que, para eso, utiliza las mismas estrategias a las que recurrió el Partido Comunista Chino.

Vea a un valiente padre que creció en la China de Mao señalar todos los rasgos idénticos entre la Revolución Cultural y lo que LCPS, y en realidad todos los sistemas escolares, están haciendo mediante el uso de CRT.

Vivencia en China

"Mao empezó una revolución sin los militares, no los necesitaba", recuerda Van Fleet aquellos días de 1966 en que comenzó la Revolución Cultural. "Tenía un ejército de niños adoctrinados".

Van Fleet rozaba entonces los siete años de edad. Se encontraba cursando la escuela primaria, justamente donde, explica, se encendió la chispa del descontrol.  "Había una profesora, la de primer grado, que era pequeña y siempre trataba de verse bonita. Eso se consideraba burgués. Los otros niños fueron tras ella, empezaron a llamarle nombres y escupirle. Literalmente quedó cubierta de pies a cabeza".

Recuerda también que ella no vivió los episodios más violentos, porque era muy pequeña. Pero sí oía relatos diarios sobre como en "tal o cual instituto" habían asesinado a una maestra o en "tal y tal lugar" habían torturado a la directora.

Guardias Rojos desfilan por las calles de Pekín a sus víctimas, obligándolas a llevar gorros de burro y carteles con sus 'crímenes'.
Guardias Rojos desfilan por las calles de Pekín a sus víctimas, obligándolas a llevar gorros de burro y carteles con sus 'crímenes'. / (Cordon Press)

La Gran Revolución Cultural Proletaria fue, en realidad, un golpe palaciego dentro del Partido Comunista Chino. Mao Zedong buscaba recuperar protagonismo tras quedar relegado a un segundo plano por el fracaso de su política del Gran Salto Adelante -que costó 20 millones de vidas-. Mao sostenía que pretendía purgar la sociedad de todo resabio "burgués" o anti revolucionario -o, simplemente, no lo suficientemente revolucionario-, incluyendo las jerarquías como la autoridad del maestro o de los padres. Y para eso eligió como soldados a los más jóvenes, agrupados en milicias improvisadas que se bautizaron como "Guardias Rojos".

Van Fleet resume esa época en dos palabras: "Caos absoluto". La escuela cerró por dos años, así que vio interrumpida su educación en el primer grado y se saltó dos años de escolaridad. Y, cuando volvió, todos los libros estaban prohibidos -incluso los comunistas, por no ser "lo bastante radicales"- menos el Pequeño Libro Rojo, un compendio de citas de Mao que los niños repetían (y cantaban) hasta saber de memoria.

Muestra de una página del libro de texto de matemáticas 'woke' de Mao en la Revolución Cultural. Cita de Mao: "Nunca olvides el conflicto de clases". Pregunta de matemática: Antes de la liberación, el pobre campesino tío Liu alquiló 4 acres de tierra. Tenía que pagar 12 doblones de arroz al terrateniente. ¿Cuánto fue explotado el tío Liu cada año?

Haz lo que te digan

¿Cuándo te percataste de que estabas siendo manipulada? "No me di cuenta hasta que entré en la universidad, después de la muerte de Mao". Cuando China empezó a abrirse al mundo, Van Fleet pudo acceder a medios internacionales y se dio cuenta de que con una sola fuente de información "uno no puede pensar". "Pude empezar a pensar solo cuando empecé a recibir fuentes de información variadas".

Entonces cambió, también, su visión de Norteamérica. Cuando era pequeña, le decían que era "un país maligno, donde oprimían a su gente". Fueron en las películas de Hollywood donde empezó a ver otro país. Veía que los protagonistas de las películas llevaban un estilo de vida que quería para sí.

Una niña en Changchow, China, clava una lanza en una efigie con un letrero que dice "malos estadounidenses" durante la Revolución Cultural
Una niña en Changchow, China, clava una lanza en una efigie con un letrero que dice "malos estadounidenses" durante la Revolución Cultural (Cordon Press).

Decidió entonces migrar a Estados Unidos porque "era el paraíso, todo el mundo lo sabía". En principio, cuando arribó al país con una visa de estudiante, su motivación era sólo material, explica. Tener la lujosa vida que había visto en los largometrajes. Pero una vez aquí, la invadió una duda: ¿cómo es posible tanta prosperidad? "En los últimos diez años, pasé mucho tiempo leyendo la historia de esta nación". La respuesta, cree ahora, son, entre otros, la libertad y la asimilación cultural. El ataque que percibe contra estos fundamentos de la vida norteamericana es, justamente, lo que la impelió a comenzar su activismo.

Cancelada... en Estados Unidos

"Nuestro objetivo es traer a alguien que no sea dañino y hacer que los estudiantes se sientan seguros". Así opinó sobre Van Fleet uno de los representantes de la Asociación de Alumnos de la Universidad de Whitworth. Otro expresó: "Es importante considerar a qué comunidades no apoya".  "Personalmente siento que esta oradora podría afectarme", añadió un tercer alumno de los catorce que votaron retirarle la invitación a hablar en el campus de la universidad.

Acta de la reunión en que los representantes de la Asociación de Alumnos de Whitworth votaron vetar a Van Fleet.

2022-23 ASWU Meeting Minutes by Santiago Adolfo Ospital on Scribd

"Tienen el coraje de callarme, pero no de tener una conversación abierta”, dice Van Fleet. Porque, sostiene, eso es lo que les enseñaron, a acallar "al que no piensa como tú". "Es ideología marxista, no te relacionas con la otra parte. La obligas a enmudecer".

Esa forma de pensar "tomó el control de la mayoría de las universidades". Por eso, Van Fleet da discursos sobre la historia del comunismo en las instituciones educativas de todo el país. ¿Y qué se encuentra en los alumnos? Poco conocimiento de historia. Poco y sesgado, por ejemplo: “Les enseñaron que América es malvado porque solía tener esclavos. Lo que no les dicen, es que la institución de la esclavitud es tan antigua como la humanidad y que sus ancestros pelearon una guerra por abolirla. Y que deberían estar agradecidos".

"Se sorprenden cuando les cuento mi experiencia y ven que es tan similar a la suya propia", afirma la activista y enumera paralelismos: “Hablo de vandalizar estatuas, de cambiar nombres de calles y atacar a la religión".

Una de las peores consecuencias del adoctrinamiento, sostiene, es que los jóvenes eligen usar la libertad que heredaron para tomar decisiones contra esa misma libertad. Como decidir, voluntariamente, no discutir con el que profesa opiniones contrarias o no buscar fuentes de información alternativas para contrastar datos.

Un gran saludo a los estudiantes de Turning Point en la Universidad de Delaware que vinieron anoche a escucharme y aprender sobre la Revolución Cultural China y cómo se repite aquí en Estados Unidos. Nos dan a todos la esperanza de que los jóvenes estadounidenses están resistiendo y luchando contra el virus de la mente llamado 'woke'.

Marxismo, la raíz del problema

"El Partido Comunista Chino dividió a la gente por ingresos, si eras rico eras malo, si eras pobre eras bueno", explica Van Fleet. “Aquí, en Estados Unidos, están haciendo lo mismo. Bernie Sanders, por ejemplo, habla del 1% contra el 99%".

Sin embargo, argumenta, con el tiempo esta segregación se vuelve insuficiente. Siempre se deben estar creando motivos nuevos para dividir a la población. Así aparecen la raza, las preferencias sexuales, si uno está vacunado o no… "Es una táctica marxista para dividir a la gente, asignarles cierta identidad y usarla para dividirlos".

El actual movimiento de género es un buen caso para ilustrarlo, según sostiene: antes el enemigo eran los heterosexuales, ahora el transgenerismo tilda a los homosexuales y a los bisexuales de opresores. Otro es la Teoría Crítica de la Raza. “Los blancos son considerados opresores, malignos pase lo que pase".  No importa siquiera si recién llegaron al país el año pasado, solo interesa el color de piel.

Dividir y volver a dividir y volver a dividir. Lo mismo, insiste, que hacía Mao. Pero, ¿para qué este esfuerzo de segregar incesantemente a la población? "Así los diferentes grupos pelean entre ellos. Entonces son más fáciles de controlar".

Exportador de woke

"La raíz del woke es el marxismo -asegura Van Fleet-. Quienes no lo entienden, es porque no conocen el pasado de esta ideología. Elon Musk y Bill Maher, en una reciente entrevista se preguntaban cuál era el origen del 'virus woke' y ni ellos mismos conocían la respuesta". Entrando en detalle, Van Fleet asegura que este virus llega a Estados Unidos desde Alemania, con los pensadores de la escuela de Fráncfort, que se instalaron en la Universidad de Columbia durante la década de los años 30.

Elon Musk y Bill Maher debaten sobre el 'virus woke' y la libertad de expresión. "No puedo enfatizar esto lo suficiente. Debemos proteger la libertad de expresión... lo que pasa con la censura, para los que abogan por ella, en algún momento se volverá contra ti". El virus de la mente despierta "lleva tiempo en marcha". "La cantidad de adoctrinamiento que se lleva a cabo en escuelas y universidades es mayor de lo que los padres creen."

Desde entonces, el 'virus woke' creció tanto que hasta enraizó en "el corazón de la civilización estadounidense". Tanto, que hoy es el propio Estados Unidos quien lo exporta alrededor del globo, afirma Van Fleet. Sobre todo, a América Latina.

¿Qué se puede hacer?

Van Fleet es cautelosa en cuando se le piden posibles soluciones. Señala que en su caso personal la respuesta es difundir su vivencia, pero entiende que no todos pueden hacerlo.

Aunque sí pueden resistir. Por lo menos es necesario, dice, dejar de cumplir con los mandatos 'woke', aunque exista un temor razonable a perder el trabajo o la popularidad. Y por último (e "ideal"), organizarse: "La izquierda siempre se organiza, las personas de la derecha tienen que trabajar juntas para defender su libertad".