Los hogares sufren su mayor pérdida de patrimonio neto en la historia

Segunda caída trimestral consecutiva: las pérdidas son ya de 6,1 billones de dólares.

Los hogares estadounidenses perdieron alrededor de 6,1 billones (trillions) de dólares de su patrimonio neto en el segundo trimestre de este año. Los datos de flujo de fondos de la Reserva Federal (FED) reseñados por Bloomberg muestran que la cifra representa la mayor pérdida trimestral de la historia.

FED: pérdida patrimonial de los hogares EEUU
Fuente: Bloomberg

Se trata de una segunda caída trimestral consecutiva. A finales de 2021 la cifra se encontraba en 150 billones de dólares. En el primer trimestre de este año, ya rondaba los 149,9 billones. Y según el último reporte, el patrimonio de los hogares se desplomó a los 143,8 billones de dólares. En Reuters señalan como motivo del descenso la superación con creces del mercado bajista de las acciones ante las ganancias del valor de los bienes inmuebles.

Se rompe récord de pérdidas

La pérdida neta de patrimonio de los hogares en el segundo trimestre superó en unos 30.000 millones de dólares el anterior récord de caída registrado dos años antes, cuando el inicio de la pandemia del covid-19 trastornó los mercados financieros. Ese descenso -en el segundo trimestre de 2020- sigue siendo el mayor con respecto a la velocidad de caída en términos porcentuales, con un 5,2% frente al 4,1% del informe más reciente.

La fuerte caída estuvo acompañada de un significativo endurecimiento de las condiciones financieras del mercado, un hundimiento del valor de las acciones -en 7,7 billones de dólares en el segundo trimestre- y un récord de velocidad en el incremento del crédito al consumo que no se veía desde 2001.

A nivel mundial

En Zerohedge  señalan que nivel mundial, los mercados de capital, de deuda y de acciones perdieron alrededor de 23 billones de dólares en "riqueza" en el segundo trimestre. Atribuyen la pérdida a la invasión de Rusia a Ucrania, la cual provocó la subida los precios de las materias primas, hizo caer las acciones por el temor a la recesión, y obligó a los bancos centrales de todo el mundo a endurecer sus políticas para luchar contra la inflación galopante.