La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, ha autorizado al alcalde de la Gran Manzana, Eric Adams, a utilizar una antigua cárcel para hospedar migrantes ante la avalancha de sin papeles que continúa llegando a la ciudad. Desde el consistorio agradecieron el permiso estatal y señalaron que el uso de las celdas del Lincoln Correctional Facility como habitaciones supondrá "un respiro" para la ciudad.
Se trata de un edificio de 10.000 pies cuadrados, ubicado al norte de Central Park. El anterior gobernador, Andrew Cuomo, ordenó su cierre en 2019, y la oficina de la Gobernadora llevaba desde que tomó posesión buscando una utilidad que darle. Además, no será la primera que se utilice como alojamiento, puesto que durante la II Guerra Mundial albergó a inmigrantes de la Asociación Hebrea de Mujeres Jóvenes y a soldados estadounidenses.
Hoteles, gimnasios... Nueva York busca sitio a los migrantes
Desde el Ayuntamiento expresaron su agradecimiento al estado por esta decisión, que ayudará a descongestionar los centros de inmigrantes que llevaron al alcalde a utilizar gimnasios de centros públicos como puntos de alojamientos temporales, provocando fuertes protestas de los padres: "Agradecemos al Estado que haya proporcionado este lugar y se haya asociado con la ciudad para abrir este espacio como lugar temporal para los solicitantes de asilo mientras la ciudad de Nueva York sigue haciendo frente a esta crisis humanitaria".
No obstante, representantes de la ciudad señalaron que también es necesario que se faciliten más fondos a la ciudad para poder afrontar los costos de mantener y hospedar a los más de 70.000 inmigrantes que han llegado a la Gran Manzana en los últimos meses. Según los cálculos de Adams, la factura de los inmigrantes superará los 4.300 millones de dólares, algo "insostenible" para las arcas de la ciudad ante la impasibilidad de la Administración Biden.
