Alrededor de la mitad de los ancianos no puede afrontar los gastos básicos, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Massachusetts-Boston. El aumento de la inflación ha afectado a los bolsillos de muchos americanos, y especialmente en el caso de los más mayores. Para muchos de ellos, el peso de las
Más de la mitad de las mujeres mayores que viven solas están clasificadas como pobres según los estándares federales de pobreza o no tienen ingresos insuficientes para pagar los gastos más esenciales. Por otra parte el 45% de los hombres tampoco cuenta con suficientes recursos para poder cubrir sus gastos más esenciales.
Varios factores se han tenido en cuenta para el estudio. Entre ellos destacan la atención médica, los alimentos, la vivienda y el transporte. La medición del nivel de pobreza se ajusta en función del estado de salud de las personas mayores. En 2020, los datos del índice mostraron que más de 2 millones de parejas mayores se consideraban financieramente inseguras en función de sus ingresos anuales, de acuerdo con cifras obtenidas por Kaiser Health News.
La ola de los baby boomers
Aunque los estadounidenses mayores de 65 años pueden optar a la cobertura de Medicare, los datos de junio de 2022 indican que la mayoría de los residentes mayores consideran que los costos de atención médica son una carga financiera. A medida que los baby boomers continúen envejeciendo, esta creciente población ejercerá más presión sobre el seguro de salud patrocinado por el gobierno federal o estatal.
Por su parte el Consejo Nacional sobre el Envejecimiento espera utilizar las métricas del Índice de Ancianos para comprender con mayor amplitud los verdaderos costes del envejecimiento en los Estados Unidos. En el pasado, Equity in Aging Collaborative del Consejo lideró varias iniciativas para promover este objetivo, incluida la Iniciativa de Mejora de los Mercados de Medicare y la Colaboración de Discapacidad y Envejecimiento.
Inflación en el país
De acuerdo con cifras oficiales los precios al consumidor en junio se dispararon 9,1% en comparación con el año anterior, lo que el mayor aumento anual desde 1981. El Índice de Precios de Consumo de junio, mostró que los precios subieron 1,3% a lo largo del mes. En gran medida el aumento de los precios en junio se debe al incremento en los precios de la gasolina, que subieron casi un 60% en el año. Los estadounidenses enfrentaron subidas récord del precio del combustible.
