Massachusetts decreta el estado de emergencia por la crisis migratoria
La gobernadora Maura Healey aseguró que el número de inmigrantes es un 80% superior al del año pasado. Un dato que, día a día, no para de crecer.
La gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, decretó el estado de emergencia después de no poder responder a las necesidades de los inmigrantes que llegaron al estado en los últimos meses. Esta medida corresponde a la inacción en la cuestión migratoria que, según la dirigente demócrata, "lleva años gestándose".
"[Massachusetts] ha dado un paso adelante para hacer frente a lo que tristemente ha sido una crisis federal de inacción que lleva muchos años gestándose. El aumento del nivel de demanda no está disminuyendo. No somos capaces de trasladar a la gente de viviendas y refugios a viviendas permanentes", dijo Healey en una rueda de prensa celebrada este martes en la Casa del Estado de Massachusetts.
Ayuda federal
El número de inmigrantes que llegaron a Massachusetts en los últimos meses se ha disparado. Según la gobernadora, este aumento se aproxima al doble de la cantidad de inmigrantes que el estado atendía hace un año:
Healey sabe que los recursos del estado no son suficientes. Por ello, hizo un llamamiento a la Administración federal para paliar la crisis migratoria.
"Pero ya no podemos hacerlo solos. Necesitamos la asociación federal, la financiación federal y la acción federal urgente para hacer frente a este momento y continuar sirviendo a algunas de nuestras familias más vulnerables", dijo la gobernadora, mientras afirmaba que la incesante llegada de inmigrantes "son la cara" de la crisis migratoria internacional.
No se opuso a ser un 'estado santuario'
En 2017, siendo fiscal general de Massachusetts, Healey se posicionó a favor de las conocidas como ciudades santuario cuando el expresidente Donald Trump aseguró que eliminaría la financiación pública de las localidades en donde los inmigrantes indocumentados encuentran un refugio:
Massachusetts es el último territorio en decretar el estado de emergencia. Anteriormente, lo hicieron ciudades como Chicago, Nueva York o Washington D.C.