Más deuda y menos libertad económica: la economía socialista de Biden

El presidente demócrata recibió dos noticias poco alentadoras de cara a su año de reelección.

Joe Biden asumió como presidente de los Estados Unidos en enero del 2021. Durante la campaña prometió apelar a la moderación, unir al país y enderezar una economía que venía golpeada por la pandemia. Sin embargo, además de desatar una crisis fronteriza, el demócrata hizo crecer la deuda nacional y colocó al país en la peor posición en libertad económica desde 1995.

Con las elecciones presidenciales cada vez más cerca, el presidente Biden espera igualmente poder derrotar a Donald Trump, favorito a quedarse con la nominación republicana, en lo que sería la séptima revancha electoral en la historia de los Estados Unidos.

Caída libre en libertad económica

Año tras año, la Heritage Foundation elabora el Índice de Libertad Económica, el cual evalúa a los países en diferentes indicadores para luego darles un puntaje final y calificarlos como 'libres', 'mayoritariamente libres', 'moderadamente libres', 'mayoritariamente no libre' y 'reprimido'.

Estados Unidos solía estar entre los primeros puestos del ranking, aunque bajo la Administración Biden descendió hasta su peor posición desde 1995.

"Las políticas de gran gobierno han erosionado los límites del Gobierno. El gasto público sigue aumentando y la carga reguladora sobre las empresas se ha incrementado. Para devolver a la economía estadounidense su estatus de 'libre' serán necesarios cambios significativos que reduzcan el tamaño y el alcance del gobierno. A lo largo de los años, el gasto deficitario descontrolado y la deuda pública se han acelerado, y la inflación ha socavado el sustento económico. La incertidumbre y las malas decisiones políticas han dejado las perspectivas económicas de EE.UU. en la incertidumbre", explicó Heritage sobre la situación del país.

Deuda nacional: "Las perspectivas son más peligrosas y desalentadoras que nunca"

"Coloco la economía entre las primeras y más importantes virtudes, y la deuda pública como el mayor de los peligros que hay que temer. Para preservar nuestra independencia, no debemos dejar que nuestros gobernantes nos carguen con una deuda perpetua", expresó Thomas Jefferson hace unos cuantos años, a modo de advertencia para presente y futuro.

Sin embargo, el expresidente no estaría muy feliz al ver el último dato sobre la deuda nacional, es decir, lo que Estados Unidos le debe a sus acreedores. La cifra se dio a conocer a finales de febrero y resultó entre alarmante y catastrófica. Según el Departamento del Tesoro, el número asciende a 34.332.006.626.320,48 dólares.

El número es incluso más fuerte si se compara con lo que Estados Unidos debía hace unos 40 años, cuando la deuda nacional era de 907.000 millones de dólares.

La Oficina de Presupuesto del Congreso tampoco es muy alentadora con respecto a lo que pueda pasar en el futuro, puesto que estima que la deuda nacional crecerá hasta 54 billones de dólares en la próxima década, debido en parte al envejecimiento de la población y a los costos federales de atención médica. Incluso las tasas de interés más altas están agravando la situación fiscal.

Al calcular la deuda per capita, en otras palabras, lo que le corresponde a cada habitante por la deuda contraída por el Gobierno, cada estadounidense debe 103.409 dólares.

La elevada cifra llamó la atención de Olivier Blanchard, investigador principal del Instituto Peterson de Economía Internacional, quien se mostró preocupado además porque no percibe que el liderazgo político en Washington quiera arreglar por la situación. "Los déficits primarios son muy grandes y no hay absolutamente ningún intento de reducirlos de ninguna manera, forma o manera", declaró recientemente.

"La trayectoria fiscal del sector público estadounidense no es sostenible"

Voz Media habló en exclusiva con Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, quien apuntó contra el fuerte aumento de la deuda desde el 2009.

"La trayectoria fiscal del sector público estadounidense no es sostenible. La deuda pública aumentó del 35 % al 100 % del PBI en apenas 15 años, contracara de administraciones que persistieron en sostener el déficit fiscal y financiarlo con un festival de bonos. Todo esto parecía poco costoso en un contexto donde la Reserva Federal sostenía la tasa de interés cerca del 0 %; pero con la normalización de tasas y el incremento en los pagos de intereses va quedando claro que no es así", expresó.

A su vez, el experto descartó uno de los escenarios que plantea la deuda nacional en el 170 % del PBI para 2050, alegando que "la realidad es que difícilmente Estados Unidos pueda alcanzar esos niveles, sino que antes tendría una crisis de deuda".

La deuda nacional no ha hecho más que aumentar a lo largo de los años durante las diferentes administraciones, que le siguieron agregando ceros a la cifra.

¿Qué es la deuda nacional?

Cualquier estado del mundo tiene deuda pública cuando gasta más de lo que le ingresa. Ahora, para remendar esa diferencia necesita encontrar alguna fuente de financiamiento, por lo que emite activos financieros como títulos de deuda, a modo de letras del tesoro o bonos. Por supuesto, deberá pagar un interés a cada uno de los dueños de esos activos financieros.

Por ejemplo, si el Gobierno en cuestión quiere construir una represa que cuesta ficticiamente 100.000 dólares, puede decidir emitir 100 letras del tesoro por un valor de 1.000 dólares cada una. Los inversores interesados pueden comprar esa deuda y a cambio recibirán 1.050 dólares en el plazo de un año, lo mismo que decir un 5 % extra de lo que invirtieron.

Ahora, este país tiene una deuda pública de 105.000 dólares, que además puede ser medida como porcentaje de su Producto Bruto Interno (PBI), para medir cuanto representa esa deuda del total del valor monetario de todos los bienes y servicios finales que se producen por año en el país. Si ese PBI es de 200.000 dólares, la deuda expresada como porcentaje del producto es 52 %, puesto que se divide la deuda por el PBI.