Los Archivos de Twitter: la reconocida ‘Hamilton 68’ fue un fraude, no monitoreaba cuentas rusas sino de derecha

Los moderadores de la red social estaban al tanto de que la lista de bots rusos no era cierta, pero prefirieron no decir nada.

El periodista Matt Taibbi publicó la entrega número 15 de los Archivos de Twitter sobre el “gran fraude mediático” que se cometió alrededor de la página web, Hamilton 68, que supuestamente monitoreaba la influencia rusa en la red social.

Hamilton 68 es una plataforma digital que decía monitorear en tiempo real a unas 600 cuentas de Twitter que supuestamente eran bots rusos. La página es mantenida por la Alianza para Asegurar la Democracia (ASD), una organización de “expertos neoliberales” que prometía aprovechar la experiencia de exfuncionarios de inteligencia para identificar la influencia rusa.

El portal web llegó a ser considerado como una importante fuente para grandes medios de comunicación. Sin embargo, el nuevo hilo de publicaciones del periodista reveló que en realidad la lista de ASD se utilizó para apuntar a perfiles legítimos de la derecha y acusarlos de ser bots rusos.

Según Taibbi los medios de comunicación utilizaron la información de Hamilton 68 para difundir una narrativa falsa sobre una gran cantidad del contenido que se publicaba en la red social, en su mayoría de derecha.

“Durante años, los medios de comunicación citaron a [Clint] Watts y Hamilton 68 cuando afirmaban que los bots rusos estaban "amplificando" un desfile interminable de causas en las redes sociales: contra los ataques en Siria, en apoyo de la presentadora de Fox, Laura Ingraham, las campañas de Donald Trump y Bernie Sanders”, dijo el periodista.

Sin embargo, Taibbi explicó que los medios nunca estuvieron al tanto de saber la veracidad de la lista porque Hamilton 68 nunca la publicó bajo la justificación de que los rusos podrían cerrar las cuentas.

Twitter recreó la lista

Tras la cantidad de noticias basadas en los datos de la plataforma, Twitter decidió recrear la lista “aplicando ingeniería inversa a partir de las solicitudes de datos del sitio”, informó el periodista, y fue entonces cuando la red social se encontró con que no había evidencia que respaldara la información de que las cuentas formaban parte de operaciones rusas.

“En términos sencillos, Hamilton 68 apenas tenía rusos. De hecho, aparte de unas pocas cuentas de RT, la mayoría está llena de estadounidenses, canadienses y británicos comunes”, dijo Taibbi, resaltando que todo se trató de una “estafa” que sirvió para influir en los estadounidenses.

A pesar de que los moderadores de contenido de la red social estaban al tanto de que la lista no era cierta, decidieron no criticarla para evitar malos comentarios de la prensa, informó el periodista.

Taibbi concluyó en su hilo de publicaciones que lo que hace importante esta historia es la “magnitud de la huella noticiosa dejada por el macartismo digital de Hamilton 68”, lo que no solo sirvió para difamar personas sino también causar temor en la población y simpatía por causas políticas.

“La mezcla de macartismo digital y fraude causó un gran daño a la política y la cultura estadounidenses. Los medios de comunicación que no desmienten estas historias, o que siguen pagando a veteranos de Hamilton  como analistas, no son de fiar”, dijo el periodista.