Los Archivos de Twitter: la red social se convirtió en una 'sucursal' del FBI y de servicios de inteligencia
De acuerdo a las publicaciones, una agencia del Gobierno llegó a exigir la suspensión de unas 250 mil cuentas.
El periodista Matt Taibbi publicó las primeras entregas de los Archivos de Twitter de este 2023 enfocadas en la historia de cómo la red social “dejó entrar a la comunidad inteligencia” y se convirtió en el “ombligo” del FBI.
El primer hilo empezó explicando la “crisis de relaciones públicas” que tuvo la compañía de comunicación en el año 2017, tras convertirse en blanco de críticas de los demócratas por la supuesta falta de respuesta a la influencia rusa que había en la plataforma.
Obligada a mentir sobre Rusia
La presión llevó a Twitter a crear un grupo de investigación para determinar la presencia del Kremlin en la plataforma y comenzó con datos compartidos por Facebook, que ya había suspendido alrededor de 300 cuentas por ese problema.
La red social realizó 2500 revisiones manuales para obtener un resultado de 32 cuentas sospechosas, de las cuales solo 17 estaban conectadas con Rusia y solo 2 tenían un gasto significativo. Esto no pareció satisfacer ni a los medios ni a los demócratas, quienes presionaron aún más a la compañía de comunicación. “El Congreso amenazó con una legislación costosa, y Twitter comenzó a recibir peor prensa alimentada por los comités, la compañía cambió de tono sobre la insignificancia de su problema con Rusia”, contó Taibbi y agregó que poco después la empresa se comprometió a trabajar con ellos.
“Este ciclo, legislación amenazada, unido a titulares aterradores impulsados por fuentes del Congreso/inteligencia, seguido por Twitter cediendo a las solicitudes de moderación, se formalizaría más tarde en asociaciones con las fuerzas del orden público federales”, escribió el periodista.
Twitter y el “ombligo” del FBI
Más adelante, Matt Taibbi compartió otra entrega de los Archivos de Twitter contando que en el 2020 la red social luchó con el problema de que tanto agencias públicas como privadas iban a los medios directamente con listas de “cuentas sospechosas”, situación que empeoró cuando estalló el covid-19.
“El GEC marcó las cuentas como 'personas y representantes rusos' en función de criterios como 'Describir el coronavirus como un arma biológica diseñada', culpar a 'la investigación realizada en el instituto de Wuhan' y 'atribuir la aparición del virus a la CIA”, compartió Taibbi.
Yoel Roth, el ex jefe de seguridad de Twitter, intentó que seles consultara primero antes de enviar historias a los medios con cuentas sospechosas. Sin embargo, la agencia siguió presionando al punto en que intentó meterse en las conversaciones que Twitter mantenía con otras agencias de inteligencia.
“Twitter también estaba tratando de reducir la cantidad de agencias con acceso a Roth. ‘Si estas personas son como el Comité Nacional de la Cámara de Representantes y el DHS, una vez que les demos un contacto directo con Yoel, querrán volver a él una y otra vez’, dijo el director de políticas, Carlos Monje”, según compartió el periodista.
El agente Elvis
La situación era tan preocupante que el propio Roth acudió al agente especial del FBI, Elvis Chan, para manifestarle su preocupación por los riesgos de que la red social colaborara con el GEC. Sin embargo, Chan aseguró entonces que se crearía un canal 'unidireccional' solo para que a algunas agencias se les permitiera acceder a ciertas informaciones solo en “modo escucha”. Poco a poco Twitter empezó a recibir de los organismos gubernamentales y supuestamente la red social cumplió con “casi todo”.
“Las semanas previas a las elecciones de 2020, Twitter estaba tan confundido por los diversos flujos de solicitudes entrantes que el personal tuvo que preguntarle al FBI cuál era cuál”, contó el periodista, resaltando que si la red social no actuaba rápidamente empezaban a surgir preguntas.
Elon Musk Participa
Mientras salía la nueva información de los archivos de Twitter, el CEO de la red social, decidió resaltar lo impactante que es que una agencia de gobierno llegó a exigir la suspensión de unas 250 mil cuentas.
Taibbi terminó sus entregas resaltando que a la red social se le pagó por el trabajo que hizo para el gobierno, pero afirmó que fueron “mal pagados”.