La economía estadounidense continúa destacándose en medio de un panorama económico global desafiante. Con un crecimiento cinco veces superior al de Europa en 2023, Estados Unidos se ha convertido en un imán para las empresas francesas que buscan expandirse y aprovechar nuevas oportunidades de inversión.
Desde hace tiempo grandes grupos empresariales franceses como Hermès, LVMH, Kering y L'Oréal han optado por establecerse firmemente en Estados Unidos, aprovechando la oportunidad de crecimiento que ofrece el país. Pero de acuerdo con un reporte de Le Figaro, esta tendencia ha ido en aumento después de la emergencia sanitaria que se vivió a nivel global por el coronavirus.
Samy Chaar, economista jefe del banco Lombard Odier, explica que el mercado estadounidense exhibe una dinámica mucho más vigorosa en comparación con el europeo, ya que mientras los hogares estadounidenses muestran un entusiasmo notable por el gasto, los europeos tienden a tener una mayor propensión al ahorro.
Otro aspecto relevante es el auge de la producción de gas de esquisto, que ha situado a Estados Unidos como el principal productor de energía a nivel mundial. Esta situación ha llevado a que los costos energéticos sean considerablemente más bajos que los de Europa.
Grandes inversiones de empresas francesas
Lactalis, el gigante de la industria alimentaria, realizó una adquisición notable en 2020 al comprar la empresa de alimentos Kraft-Heinz por casi 3.000 millones de dólares. Aprovechando la preferencia estadounidense por quesos como el cheddar, la mozzarella y otros tipos duros, Estados Unidos ha ascendido para convertirse en el tercer mercado más grande para esta empresa. Además de esta adquisición, Lactalis está aprovechando su presencia en territorio norteamericano para desarrollar y promover sus marcas insignia, adaptando las recetas para satisfacer los gustos locales. Este enfoque estratégico ha permitido a la organización francesa a poseer el 5% del mercado estadounidense de productos lácteos.
Saint-Gobain, líder en materiales de construcción, es otra empresa francesa que está expandiendo sus operaciones en Estados Unidos mediante adquisiciones estratégicas como la compra de Continental Building y GCP por 1.300 y 2.000 millones de euros respectivamente en 2019 y 2021. Ahora, el 32% de los ingresos de explotación de Saint-Gobain provienen de Norteamérica.
El mercado automotriz estadounidense también ha sido un objetivo para las empresas francesas, con proveedores como Plastic Omnium, Valeo y Michelin estableciendo una fuerte presencia en el país.
Norteamérica también se ha convertido en la región más importante para el gigante químico francés Arkema, representando el 37% de sus ventas, y para la empresa de tecnologías energéticas Schneider Electric, representando el 34%.
Además, las empresas francesas han sabido aprovecharse de las subvenciones que da el Gobierno estadounidense para que los extranjeros inviertan en sectores específicos como el hidrógeno y las energías renovables. De hecho, empresas como TotalEnergies, EDF y Engie ya están invirtiendo en proyectos de energía solar y eólica.
Se espera que esta tendencia continúe en los próximos años, ya que Estados Unidos sigue siendo un destino atractivo para las empresas francesas en busca de crecimiento y oportunidades comerciales.
“Estados Unidos tiene, y seguirá teniendo, muchos factores positivos a su favor, como la fuerte demanda local, la estabilidad geopolítica y unos costes energéticos muy competitivos”, afirmó Olivier Duval, director asociado de Alvarez and Marsal, firma global de consultorías y servicios para grandes empresas.
