En plena crisis energética en Europa por la guerra de Ucrania y por la política energética del viejo continente, la secretaria de Energía Jennifer Granholm le envió la pasada semana una carta a las grandes compañías energéticas diciéndoles que no provean a Europa de combustible.
Así, Granholm le dice a las compañías:
Dado el nivel histórico de las exportaciones de productos refinados de Estados Unidos, les insto de nuevo a centrarse a corto plazo en la creación de inventarios en Estados Unidos, en lugar de vender las existencias actuales y aumentar aún más las exportaciones.
La secretaria de Energía no se limita a hacer un ruego. Hace una amenaza directa a las empresas:
Esperamos que las empresas aborden esta necesidad de forma proactiva. Si no es así, la Administración tendrá que considerar requisitos federales adicionales u otras medidas de emergencia.
Estrategia electoral de Biden
El Wall Street Journal ha informado del contenido de esa carta en un editorial. Al revelar las amenazas de Granholm, añade: “En Nueva Jersey llaman a eso hacer una oferta que no pueda rechazar”.
El periódico explica cuál es el motivo detrás de esta actitud amenazadora de la Administración Biden:
Los niveles de almacenamiento de combustible se están agotando cara a la temporada de huracanes, en la que no es raro que las refinerías de la Costa del Golfo sufran daños o cierren. La Administración teme que una interrupción de las refinerías provoque un aumento de los precios del combustible en el período previo a las elecciones de noviembre. De ahí la carta amenazante de la Sra. Granholm.
Biden: petróleo estratégico para China
Cuando se produjo la invasión de Ucrania por Vladimir Putin, el presidente Joe Biden prometió a Europa que le ofrecería la energía que necesitase. Esta declaración fue muy importante, dado que limitaba el chantaje que podía ejercer Putin sobre Europa. Ahora, esta amenaza por parte de su Administración actúa en sentido contrario: abandona a los socios europeos y acrecienta el poder de Putin sobre ellos.
Mientras, la Administración Biden ha vendido una parte de las reservas estratégicas de Petróleo a una empresa china vinculada a Hunter Biden, el hijo del presidente.
