La etiqueta de estado púrpura que se le pegó a Florida desde 1992 comenzó a desprenderse en 2022, cuando los republicanos obtuvieron resultados muy holgados en las elecciones de medio término. Ron DeSantis superó por casi 20 puntos porcentuales a Charlie Crist, Marco Rubio le sacó una ventaja de 16 puntos a Val Demings en las elecciones para el Senado y el GOP logró voltear cuatro asientos en la Cámara de Representantes, además de lograr ocupar todas las oficinas electas del Sunshine State.
Según los últimos datos del Departamento de Estado de Florida, el RPOF tiene una diferencia de 472.780 afiliados con respecto a los demócratas. "Cada mes, cada día y cada segundo se vuelve más claro que los demócratas están fracasando miserablemente en atraer nuevos votantes en nuestro estado. Los floridanos no están comprando el virtuosismo superficial que la izquierda está promoviendo, y tenemos los comprobantes para demostrarlo", celebró Christian Ziegler, presidente del Partido Republicano de Florida.
A su vez, advirtió que no pueden simplemente dormirse en los laureles celebrando las cifras, sino trabajar para expandir aún más la diferencia de votantes. "El impulso está de nuestro lado, pero no podemos confiarnos y el trabajo no está terminado. Continuaremos trabajando incansablemente hasta que no queden demócratas en Florida", agregó en un comunicado.
La transición hacia un estado rojo
Previo a las elecciones de medio término del 2010, marcada por la aparición del Tea Party y una derrota histórica de Barack Obama en la Cámara de Representantes, los demócratas tenían una ventaja de aproximadamente 568.000 votantes registrados en Florida. Dos años después, el partido que hoy comanda Joe Biden ganó su última elección nacional allí.
El cambio no ocurrió de un día para el otro, dado que comenzó a gestarse muy de a poquito durante los años posteriores. La migración de votantes hacia el Partido Republicano comenzó a ser cada vez más grande desde el 2016, para luego lograr por primera vez tener más votantes registrados que los demócratas, hecho que se concretó a finales del 2021. En aquel momento, POLITICO les informó a sus lectores que “Florida era oficialmente un estado rojo”.
Desde entonces, la brecha comenzó a hacerse más amplia. Para mediados del 2022, por cada ciudadano que se registraba como demócrata en Florida, el Partido Republicano de Florida (RPOF) tenía nueve nuevos afiliados.
Las mencionadas cifras estatales complican aún más las aspiraciones de los demócratas en el estado, por lo menos para las elecciones venideras. Con la derrota de Naomi Blemur en las elecciones para comisionado de Agricultura en 2022, el GOP pasó a controlar todas las oficinas electas del estado.
Además, su presencia en la legislatura local también está un tanto mermada. Cuentan con 12 senadores de 40 y 35 congresistas de 120. A nivel nacional, no hay senadores azules y en la Cámara de Representantes pueden presumir de 8 de 20 legisladores actuales.
