La Cámara logra bloquear la ley de vigilancia FISA luego de que Trump llamara a “acabarla”

Los representantes votaron 228-193 en contra de avanzar con la renovación de la Sección 702 de la legislación.

La Cámara de Representantes rechazó un proyecto de ley que buscaba reautorizar las capacidades la Sección 702 de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA), luego de que Donald Trump le pidieran a los representantes que acabaran con la propuesta legislativa.

Este miércoles los legisladores votaron 228-193 en contra de avanzar en la renovación de la Sección 702 de la FISA que se vence el próximo 19 de abril. La votación reflejó divisiones profundas tanto dentro de la Cámara como entre los partidos políticos, pues, aunque la propuesta recibió el respaldo del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y de varios familiares de las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, 19 republicanos y 209 demócratas decidieron rechazar la norma.

"Estamos promulgando cambios radicales (50 reformas, 56 para ser exactos) en el programa (...) que detendrán el abuso de las consultas politizadas del FBI y evitarán otra debacle del engaño de Rusia, entre muchas otras reformas importantes", expuso Johnson antes de la votación.

Sin embargo, el expresidente Donald Trump dejó claro a través de su red social Truth Social, que el proyecto no es de su agrado y que los legisladores debían acabar con FISA, argumentando que había sido utilizada de manera ilegal y abusiva contra él y otros individuos.

Acaben con FISA, fue usado ilegalmente contra mi y muchos otros ¡Espiaron mi campaña!” expresó.

El proyecto de ley en cuestión, diseñado para reformar y extender las disposiciones de FISA, generó un intenso debate en la Cámara sobre la privacidad, la seguridad nacional, los derechos individuales y su uso en la lucha contra el terrorismo. Pero ahora, la atención se centra en el Senado, que deberá decidir si asume su propia reautorización de la FISA o si las disposiciones de la Sección 702 expirarán.

Mientras tanto, los defensores de la privacidad y los críticos de la vigilancia gubernamental continúan presionando por reformas significativas que equilibren la seguridad nacional con el respeto a los derechos individuales de los ciudadanos estadounidenses.