Walt Disney Company continúa en serios problemas y ya no sólo en el terreno audiovisual. Hace más de un año que la compañía del ratón lleva en guerra con el gobernador de Florida, Ron DeSantis que, finalmente, logró implantar un nuevo organismo de gestión.
De esta forma, se sustituyó el Distrito de Reedy Creek (RCID) por la Junta de Supervisión de Turismo de Florida Central. Una de sus primeras funciones fue realizar un informe, que debían presentar en un plazo de un año, en el que analizasen la labor que realizaron los cinco miembros responsables de la gestión del Distrito de Reedy Creek. Ese documento, realizado de forma independiente, acaba de salir a la luz y desvela las prácticas corporativistas en las que incurrió Disney desde 1967, año en el que se instauró esta junta.
Desde ese momento, asegura la Junta de Supervisión de Turismo de Florida Central, The Walt Disney Company otorgó beneficios "similares a sobornos" a los miembros que conformaban el organismo, regalando, según Reuters, millones de dólares en boletos, estancias de hotel con importantes descuentos y merchandising:
Durante años, la compañía trató a los empleados del distrito como empleados de Disney, por ejemplo, brindándoles pases anuales gratuitos y grandes descuentos, beneficios y prebendas que eran similares a los sobornos. No es sorprendente entonces que los empleados del distrito creyeran que era su trabajo priorizar los intereses de Disney.
De una ciudad a un parque de atracciones
No es lo más grave. Lo que más preocupó a la junta fue cómo la empresa logró engañar al estado de Florida. Una afirmación que realizó uno de los auditores independientes, el profesor de la Facultad de Derecho George Mason, Donald Kochan. Él dijo, en declaraciones recogidas por The Daily Wire, que Disney aseguró a Florida que su intención era construir una ciudad alrededor de un único parque temático. Una urbe con "viviendas asequibles, transporte y otros servicios comunitarios".
Sin embargo, explica Kochan, la empresa del ratón "rápidamente abandonó su pretensión de construir ciudades". En su lugar, construyó Disney World Resord, un lugar que consta de varios parques temáticos, cuatro campos de golf y docenas de hoteles. Ya no había viviendas privadas, sólo edificios de alojamiento con servicios exclusivos para los turistas:
El RCID era una trampa para ratones. Disney exhibió queso salado frente a la Legislatura de Florida y al pueblo de Orlando, pero rápidamente abandonó su pretensión de construir una ciudad.
Tampoco, señala FOX News, se construyeron los hospitales y los servicios públicos. No, en su lugar, lo que se hacía era continuar ampliando Disney World Resort, aprovechando el poder "sin control" que había logrado el Distrito de Reedy Creek:
El Distrito no alberga escuelas, hospitales o bibliotecas y, en cambio, impone esos costos a las comunidades circundantes que deben suministrar esos servicios a los empleados de Disney y sus familias. Esa autoridad era tan ilimitada que Disney obtuvo el poder de, entre otros privilegios excepcionales, crear y dirigir no sólo sus propios departamentos de bomberos y policía, sino también, si así lo deseaba, construir una planta de energía nuclear.
Disney responde a las acusaciones
El informe, de 80 páginas, continúa exponiendo las prácticas corporativistas que The Walt Disney Company realizó a lo largo de los 53 años en los que tuvo el poder de gobernar el Distrito de Reedy Creek.
Por su parte, la compañía del ratón, asegura, en un comunicado enviado a FOX News, que el documento no es "ni objetivo ni creíble" y que la junta no es más que un nuevo intento de DeSantis para "castigar a Disney por ejercer su derecho constitucional a la libertad de expresión":
Este informe también llega inmediatamente después de numerosos informes en los medios que han planteado preocupaciones legítimas sobre la gobernanza del distrito bajo su nuevo liderazgo. Si bien es posible que la junta desee socavar la capacidad de Disney para continuar invirtiendo en la región, estamos extremadamente orgullosos de nuestro impacto en la economía de Florida Central durante el último medio siglo y seguimos comprometidos a mantener la experiencia de la más alta calidad para las decenas de millones de personas que visitan Walt Disney World cada año.
