Impeachment contra Ken Paxton entra en su etapa definitoria con los senadores deliberando a puerta cerrada

“Este juicio ha mostrado, para que el país lo vea, una lucha partidista dentro del Partido Republicano”, dijo el principal abogado del fiscal general.

El histórico proceso de impeachment contra el fiscal general de Texas, Ken Paxton, entró en su etapa definitoria con los senadores del estado sopesando una potencial destitución contra un aliado del expresidente Donald Trump y uno de los garrotes más temibles de los demócratas en el Estado de la Estrella Solitaria.

Este viernes, tras nueve días de haber iniciado el proceso, iniciaron las deliberaciones de una potencial destitución de calibre histórico, y todavía no está claro qué decidirán los 19 senadores republicanos que son, en última instancia, los que definirán la suerte de Paxton.

El dilema de estos senadores pasa unirse a los 12 demócratas que casi seguro votarán contra Paxton o si, por el contrario, absuelven al fiscal general de los cargos que se les acusa.

A Paxton, en total, se lo acusa de a 20 artículos de impeachment, que incluyen cargos por supuesto soborno, abuso de poder u obstrucción a la Justicia. Las acusaciones contra el fiscal general las hicieron sus antiguos ayudantes de mayor rango, que ya habían denunciado los hechos en 2020, cuando el fiscal general llegó a un acuerdo por 3.3 millones de dólares con los demandantes.

Antes de iniciar las deliberaciones, los senadores escucharon los alegatos finales de los encargados del juicio político en la Cámara de Representantes, que en mayo pasado decidió por una gran mayoría (121-31) iniciar el proceso de impeachment.

“La defensa no es que él no lo hizo, es que no importa porque ganó las elecciones”, dijo en su alegato el representante Andrew Murr, republicano del oeste de Texas que encabeza el proceso contra Paxton. “Esa es una moral sin Dios y sin timón, y no puede ser la nueva normalidad en Texas”.

En defensa del fiscal general, su abogado principal, Tony Buzbee, argumentó que el proceso de impeachment y las pruebas presentadas por los testigos no habían podido probar las acusaciones contra Paxton más allá de una duda razonable.

En un momento, Buzbee fue más allá, y calificó el impeachment de ser una “broma” y una “caza de brujas” encabezada por un ala considerada moderada dentro del Partido Republicano.

“Este juicio ha mostrado, para que el país lo vea, una lucha partidista dentro del Partido Republicano”, dijo Buzbee. “Es una batalla por el poder”.

Para que Paxton sea destituido de su cargo dos tercios de los senadores deben votar por cualquiera de los 16 artículos de la acusación que ahora se están considerando. El fiscal general se mantiene suspendido y sin sueldo desde mayo, cuando inició el proceso.

De acuerdo con el diario The New York Times, no se fijó un calendario para las deliberaciones, que se están realizando a puerta cerrada.

Sin embargo, el vicegobernador y presidente del Senado, Dan Patrick, actuó como juez en el juicio de destitución “y estableció normas como que los senadores no podían comunicarse con su personal ni llevar teléfonos móviles a la sala de deliberaciones”, informó el NYT.

Asimismo, el vicegobernador señaló que los senadores deliberarían hasta las 20.00 horas del viernes y que volverían el sábado a las 9.00 horas si no alcanzaban un veredicto. 

Mientras las deliberaciones continúan su ritmo, medios conservadores, como The Federalist, informan de un supuesto desmoronamiento del impeachment por la incapacidad de los testigos para admitir delitos.

“Una semana y media después de iniciarse el juicio de destitución del fiscal general de Texas, Ken Paxton, el caso contra el luchador conservador se está desmoronando de forma espectacular”, informó el jueves The Federalist. “Testigo tras testigo, todos convocados por la Junta Directiva de la Cámara de Representantes, han declarado bajo juramento que o bien no tienen pruebas directas contra el fiscal general o han explicado que los artículos de la acusación eran simplemente falsos”.

El medio señaló que la fiscalía llamó a Drew Wicker, un antiguo asistente personal de Paxton, a testificar.

Este exasistente del fiscal general había comentado a los investigadores del caso “que le preocupaba que un empresario de Austin hubiera pagado las reformas de la residencia de Paxton en Austin, lo que constituye la base del artículo 10 de la acusación”.

No obstante, Wicker admitió en el estrado “que nunca había visto ningún acuerdo entre los dos hombres e incluso testificó que no había acusado ni acusaría nunca a Paxton de soborno”, sentenció el medio conservador, crítico del polémico proceso de impeachment.

Si finalmente Paxton es destituido, sería la primera desde el 1917 que el Senado de Texas vota por sentenciar a un cargo estatal electo, cuando se condenó al gobernador James "Pa". Ferguson.