El presidente de Argentina Javier Milei se reunirá este viernes en Texas con quien ha sido uno de sus aliados principales en redes sociales en todo el mundo: Elon Musk, el magnate que no ha parado de derrochar elogios su red social X para con el líder libertario.
De acuerdo con un reporte del diario The Wall Street Journal, la relación entre Musk y Milei ya es todo un “bromance” digital que no quiere limitarse a las coincidencias ideológicas, sino al beneficio mutuo en materia comercial.
El WSJ reseña que Argentina, otrora potencia sudamericana que afronta una severa crisis económica desde hace años, es uno de los países con mayores reservas de litio del mundo, un recurso muy valorado por Tesla que el año pasado inició la construcción de una planta de refinamiento de lito en Texas.
Ahora, con la necesidad de producir litio para más de un millón de vehículos, es el momento ideal para que la empresa de Musk busque un acuerdo comercial con el país sudamericano.
“Tesla ha estado ampliando su alcance a la cadena de suministro de baterías, y Musk ha expresado especial preocupación por los cuellos de botella en el procesamiento del litio”, se lee en el WSJ. “Milei dijo en una entrevista en diciembre con medios argentinos que Musk y otras empresas estadounidenses estaban interesadas en invertir en el sector del litio de Argentina”.
Sería una relación comercial lógica, considerando que las reservas de litio en el extremo norte de Argentina sólo son comparables al tamaño de las reservas de Australia y Chile, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Además, el país gobernado por Milei es un proveedor clave y estratégico de Estados Unidos, ya que proporcionó el 55 % de las importaciones estadounidenses del metal de 2016 a 2019.
Otro punto importante para el futuro de Argentina y la reunión que mantendrán Milei con el dueño de Tesla guarda relación con SpaceX, otra compañía de Musk.
De acuerdo con el WSJ, SpaceX obtuvo recientemente permiso de las autoridades argentinas para ofrecer sus servicios de Internet satelital, conocido como Starlink.
Esta decisión de posicionarse en Argentina llega en un momento donde Milei redujo las duras regulaciones en Argentina para promover una mayor competencia y atraer inversores.
Por ello, la reunión entre Milei y Musk es absolutamente significativa. A pesar de que el mandatario argentino ha recibido elogios por parte del Fondo Monetario Internacional y de Wall Street por desregularizar el país, reducir el gasto público y generar el primer superávit mensual en Argentina en más de una década, el país sudamericano todavía no logró concretar la primera inversión multimillonaria en estos primeros meses de gestión.
Es por esta situación que una promesa de inversión de Musk sería, primero, un golpe de autoridad de Milei a nivel político; y además un respaldo comercial vital para devolver la confianza perdida en Argentina por parte de los mercados.
Diego Guelar, exembajador argentino en Estados Unidos y China, de hecho, afirmó al WSJ que es muy importante para Argentina “que un inversor global y diversificado como el señor Musk no sólo mire a Argentina, sino que también invierta en ella”.
Mientras tanto, la reunión entre el dueño de Tesla y el presidente argentino llega en un momento clave para Milei, quien está enfrentando una férrea oposición en el Congreso de su país, donde le han bloqueado sus proyectos de ley más importantes presentados hasta la fecha.
A pesar de la oposición, Milei ya puede presumir logros tangibles, como los recortes del gasto público, la disminución de la inflación rampante que había superado el 270 % y la acumulación de divisas en el Banco Central de Argentina.
No obstante, sus medidas económicas austeras, tras décadas de Gobiernos izquierdistas que despilfarraron el dinero de los contribuyentes argentinos y mandaron el país al colapso económico, está generando un impacto lógico de contracción en la economía que ha afectado a los ciudadanos comunes.
