Los desgarradores relatos de los vecinos de Palisades tras el incendio: "Todo se ha ido"
Se estima que 80.000 residentes tuvieron que abandonar sus hogares debido a la destrucción causada por el fuego.
El incendio forestal en el barrio de Pacific Palisades (California) ya obligó al menos a 80.000 personas a abandonar sus hogares debido a la destrucción causada por el fuego. Decenas de casas, parques y otras construcciones fueron ya consumidas por las llamas y detrás de todas ellas hay vecinos que, en sus propias palabras, lo perdieron todo.
Según informaron desde Cal Fire, el incendio en esta localidad inició el pasado martes 7 de enero a las 10:30 de la mañana, hora local. Desde entonces, se extendió por lo menos a 11,802 acres.
Entre los evacuados estuvo David Latt, quien hace años que vive en el vecindario junto a su familia. Según relató en diálogo con el programa 'Today' de Radio 4, él y su esposa tuvieron solo diez minutos para tomar todo lo que pudieran de su casa antes de verse obligados a irse.
">I just left the hellscape formerly know as Pacific Palisades where I’ve lived for 26 years. I’m mad at what I saw. Our politicians have failed us. Unprepared, unimaginative, understaffed, now overwhelmed. Heads must roll for this disaster. I personally saw 100+ homes fully… pic.twitter.com/8txvSJEZXd
— Wes Nichols (@wesnichols) January 8, 2025
Era otro día más para él cuando un vecino lo alertó de lo que estaba ocurriendo, posiblemente salvándole la vida. "No sabía de qué estaba hablando hasta que salí y vi, a unas cuatro manzanas de distancia, una gran columna de humo negro. Y entonces me di cuenta; '¡oh, tenemos que salir de aquí!'", recordó.
Con poco tiempo para armar una mochila de viaje, logró recolectar documentos importantes, fotos familiares y todo lo que "pudiéramos meter en nuestros dos coches". Antes de irse, comprobó la dirección del viento desde la terraza de su casa. Cuando bajó el dedo y se dio cuenta de que venía en su dirección y podía sentirlo en el rostro, supo que era el momento de irse ya.
Con el acceso de Pacific Palisades limitado a una sola autopista, Latt y su esposa estuvieron dos horas atrapados en el tránsito mientras intentaban huir.
En cuanto al estado de su casa, dijo que no sabe prácticamente nada, pero que, dada la cantidad de aviones que pudo ver dirigiéndose hacia el barrio, no dudo en describir la situación como "aterradora".
"Lo que sabemos por experiencia es que, aunque los bomberos están haciendo un trabajo extraordinario apagando las zonas incendiadas, quedan algunas chispas... el viento las levanta, transporta las brasas que pueden atravesar la calle o llegar a una milla de distancia. Eso es lo que preocupa esta noche en Los Ángeles", sentenció.
"Todos nuestros amigos lo han perdido todo"
Maria Shriver, ex primera dama de California y también vecina de Pacific Palisades, también relató el paso de las llamas por su vecindario.
"Desgarrador, devastador, increíble. Todo ha desaparecido. Nuestro barrio, nuestros restaurantes. Todos nuestros amigos lo han perdido todo. Hemos evacuado, pero estamos a salvo. Pero la gente lo ha perdido todo", escribió en su cuenta de Instagram.
La actriz también aprovechó para alentar a los vecinos a mantenerse seguros y a obedecer las autoridades en todo momento. Por ejemplo, en Palisades los bomberos le dijeron a la gente que saliera de sus coches a medida que se acercaba el incendio, el cual estaba impulsado por ráfagas de viento de hasta 160 km/h.
"Los bomberos han hecho y están haciendo todo lo posible, pero este incendio es masivo y está fuera de control, y ahora hay múltiples incendios ardiendo por todo Los Ángeles. En esta ciudad nos abrazaremos unos a otros", añadió Shriver.
El actor Steve Guttenberg fue otro de los vecinos que hablaron sobre los incendios, en este caso con Laura Coates de CNN. "No he visto nada igual en toda mi vida y no creo que mucha gente lo haya visto. A las 9 de la mañana, era un idílico Pacific Palisades, y luego a las 10, 10:30, el cielo estaba oscuro como si fuera de noche", señaló.
A su vez, remarcó el intenso tráfico para salir del barrio. Incluso tuvo que bajar de su vehículo para ayudar a sus vecinos.
"Había madres que estaban histéricas [teniendo] ataques de pánico, ayudándoles con las maletas y estaban preocupadas por sus familias allí arriba porque no podían sacarlas a tiempo. Había niños llorando. Había gente que no hablaba inglés, conduciendo los coches de sus amigos o de sus jefes y teniendo cuidado por dónde conducían", añadió el actor.