Un informe de la Cámara denuncia que el teletrabajo de los funcionarios cuesta millones de dólares a los contribuyentes
El comité de Supervisión y Responsabilidad que preside Comer critica el poder otorgado por la Administración Biden a los líderes sindicales durante su mandato y propone medidas a Trump para priorizar "las necesidades del pueblo estadounidense sobre los deseos de los burócratas federales".
James Comer, presidente del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes, denunció que el abuso del teletrabajo por parte de los funcionarios federales está costando millones de dólares a los contribuyentes. Los republicanos criticaron además que la Administración Biden, que dio "demasiado poder a los jefes de los sindicatos", ha sentado las bases para que los trabajadores públicos puedan continuar esta dinámica pese a la llegada de Donald Trump, sin tener en cuenta los perjuicios que provoca en los ciudadanos y el coste de más de 7.000 millones de dólares que el alquiler y mantenimiento de estas oficinas supone al Gobierno.
Según los datos hallados por la comisión, de "los 2,28 millones de empleados civiles federales, aproximadamente 228.000 no tienen que acudir nunca a la oficina, y casi todos los demás, 1,1 millones de empleados técnicamente aptos para el teletrabajo, lo realizan". Estos últimos "estaban en la oficina una media de tres días a la semana".
A esto hay que sumar que, un número importante de agencias tienen también empleados con derecho a teletrabajo que "en conjunto pasan menos de la mitad de sus horas de trabajo en la oficina". También en ellas se encuentran trabajadores que teletrabajan pero que "deben presentarse en la oficina de vez en cuando", y "los empleados remotos nunca tienen que presentarse a trabajar".
Oficinas al 9% de su capacidad mientras el Gobierno paga 7.000 millones al año por ellas
Esto está provocando que, según denunciaba ya un informe de la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés), "17 de las 24 agencias federales utilizaban de media un 25% o menos de la capacidad estimada de sus edificios sede". Peor aún, "algunas sedes de agencias informaron de tasas de ocupación tan bajas como el 9%". Eso mientras el alquiler y mantenimiento de estas instalaciones cuesta al Gobierno unos 7.000 millones de dólares anuales.
Por si fuera poco, Comer denunció que "las agencias federales gastaron 3.300 millones de dólares en mobiliario en los últimos años, aparentemente para amueblar los espacios de oficina que quedaban en su mayoría vacíos con el teletrabajo máximo. Algunas agencias gastaron cientos de miles de dólares sólo en actualizar salas de conferencias vacías".
Alianza entre cargos de la Administración Biden y sindicalistas para blindar el teletrabajo
Además, el informe expone que cargos de la Administración Biden se han aliado con los líderes sindicales para tratar de garantizar que los funcionarios puedan mantener estas condiciones a pesar de la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Así, el pasado abril, la Oficina de Administración de Personal emitió una norma "destinada a atrincherar más profundamente la fuerza de trabajo federal restringiendo la discreción ejecutiva sobre la clasificación de los puestos de los empleados federales". El texto no incluye reformas destacadas en lo referente al teletrabajo y "pretende impedir que la Administración entrante de Trump exija responsabilidades a los burócratas ineficaces".
Con estos acuerdos, "la Administración saliente Biden-Harris firmó [acuerdos de negociación colectiva] a largo plazo con los sindicatos de empleados federales que limitan la autoridad de gestión a través de concesiones sin precedentes, incluida la garantía de teletrabajo para los burócratas federales".
Priorizar "las necesidades del pueblo estadounidense sobre los deseos de los burócratas"
Estos movimientos están destinados para atar a la Administración entrante, que ya anunció que haría regresar a las oficinas a los empleados públicos, según apunta el documento: "El presidente Trump ha prometido reformar la plantilla federal y devolver a los empleados federales a sus oficinas". El juego político de pato cojo de la Administración Biden-Harris obstaculizará y limitará la capacidad de la Administración Trump entrante para gestionar a los empleados de forma eficaz y responsable, y para aumentar la rendición de cuentas al público".
En el comunicado que acompañaba al informe, Comer apuntó que "el presidente Trump fue elegido en una victoria aplastante para llevar la rendición de cuentas a Washington. Nuestro informe no solo identifica los numerosos problemas del teletrabajo federal masivo, sino que también propone soluciones para que los empleados federales vuelvan a sus oficinas, se deshagan de las propiedades federales vacías y sin usar, y prioricen las necesidades del pueblo estadounidense sobre los deseos de los burócratas federales. Esperamos trabajar con el presidente Trump y su administración para garantizar que la burocracia federal rinda cuentas al pueblo estadounidense".
Recomendaciones de la Cámara para la reforma del teletrabajo
- Basar las políticas de teletrabajo y trabajo a distancia en la consecución de los resultados de la misión, no en las preferencias de los empleados ni en las demandas sindicales.
- Establecer sistemas automatizados para el seguimiento del uso del teletrabajo y el trabajo a distancia, y crear métricas claras y medibles para evaluar sus costes y beneficios.
- Imponer requisitos de información más frecuentes y puntuales sobre el teletrabajo a escala de agencia, para informar mejor a los líderes del Poder Ejecutivo, al Congreso y al público.
- Recurrir a la Casa Blanca y a los organismos centrales de gestión para poner en marcha un enfoque del teletrabajo y el trabajo a distancia que abarque toda la empresa y dé prioridad al interés público. No permitir una guerra de ofertas de teletrabajo entre agencias que buscan atraer a trabajadores federales que se trasladan de una a otra en función de cuál les permitirá quedarse más tiempo en casa.
- Alinear la huella de la propiedad federal con las necesidades de espacio de oficinas del gobierno. Deshacerse de las propiedades innecesarias y rescindir los contratos de arrendamiento innecesarios, optimizando al mismo tiempo el uso del espacio restante.
- Introducir y promulgar una nueva versión de la Ley SHOW Up, restaurando el teletrabajo en las agencias a niveles no superiores a los de antes de la pandemia. Sólo se permitirán niveles superiores en las agencias que lo justifiquen de forma convincente y mensurable.
- Considerar la posibilidad de promulgar legislación que desautorice la negociación colectiva sobre el teletrabajo de los empleados federales.
- Estudiar una ley que permita renegociar, al inicio de cada nuevo mandato presidencial, todos los convenios colectivos vigentes con los empleados federales.
- Considerar la posibilidad de legislar para que se pague a todos los empleados federales que trabajan a distancia lo mismo que en el resto de Estados Unidos, para fomentar una mayor dispersión geográfica de la mano de obra federal y reducir el coste para los contribuyentes.