Hegseth sale reforzado de una feroz audiencia en el Senado y se encamina a la confirmación

No hay nominación más compleja y polémica para el gabinete del presidente electo Donald Trump que la de Pete Hegseth, quien podría convertirse muy pronto en uno de los jefes del Pentágono más jóvenes en toda la historia y uno de los pocos que nunca ha ocupado un cargo electivo, un alto cargo en una empresa o un alto cargo gubernamental. Pero eso aún está por verse.

Por ahora, Hegseth puede afirmar que salió reforzado de una feroz audiencia en el Senado donde los demócratas lo atacaron despiadadamente usando los escándalos mediáticos de los últimos meses. Sin embargo, el nominado por Trump para jefe de Defensa mantuvo la calma, respondió con claridad las preguntas técnicas claves de los republicanos y reconoció errores del pasado que ya superó “con la ayuda de Dios”.

La audiencia fue, como mínimo, positiva, considerando el hecho de que algunos republicanos escépticos ya han anunciado que respaldarán a Hegseth en caso de que su nominación llegue al pleno.

El problema para el nominado por Donald Trump es que el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, que hoy se volvió un espectáculo de televisión con los duros interrogatorios demócratas citando los presuntos problemas de alcohol de Hegseth y varios de sus polémicas personales, está dividido entre 13 demócratas y 14 republicanos. Es decir, el expresentador de Fox News no puede perder ni un republicano en el comité para que su confirmación pase a ser votada en el Senado.

Aún así, aunque el contexto sea adverso, Hegseth logró plantear correctamente su caso, explicando que su prioridad es que el Ejército de Estados Unidos vuelva a premiar la excelencia y deje atrás las políticas inclusivas que, en su opinión, redujeron los estándares físicos y de preparación internamente.

A lo largo de la audiencia, Hegseth se comprometió a restaurar lo que denominó como “cultura guerrera” del Ejército estadounidense, destacando su servicio como oficial subalterno de la Guardia Nacional en Irak, Afganistán y la prisión militar estadounidense de Guantánamo (Cuba) como elemento esencial para lograr la reorientación de un Pentágono que, según él, en los últimos años estuvo más preocupado por la diversidad y la equidad que por los altos estándares militares.

Por varios pasajes, los demócratas intentaron desestabilizar a un Hegseth imperturbable, denunciando que alienaría a las mujeres militares y afirmando que su conducta personal y su falta de experiencia lo descalificaban para ser el secretario de Defensa de la potencia militar más grande del mundo. No obstante, ningún demócrata reveló algo nuevo sobre Hegseth, quien negó las acusaciones personales tildándolas de “difamaciones anónimas”.

También respondió con contundencia a las preocupaciones sobre el rol de la mujer en el Ejército y qué cambiaría con él a cargo del Pentágono.

Por ejemplo, cuando la senadora Joni Ernst (republicana, Iowa) le preguntó sobre este asunto, Hegseth dijo que se comprometerá a apoyar que las mujeres sigan sirviendo en funciones de combate si cumplen las mismas normas específicas de trabajo que los soldados varones.

“Las mujeres tendrán acceso a funciones de combate terrestre, dado que los estándares siguen siendo altos”, dijo Hegseth. “Y haremos una revisión para asegurarnos de que los estándares no se hayan erosionado en ninguno de estos casos”.

Este momento en la audiencia fue determinante, ya que Ernst, una potencial escéptica de la nominación de Hegseth, es veterana militar y superviviente de agresiones sexuales y anunció su respaldo inequívoco a la confirmación del nominado por Donald Trump.

"Sí, apoyaré la elección del presidente Trump para secretario de Defensa, Pete Hegseth", dijo Ernst.

Además de su postura sobre sacar lo “woke” del Ejército, Hegseth también planteó que el Ejército necesita menos burocracia, opinión compartida ampliamente en el conservador.

En particular, hubo un momento que desató elogios a Hegseth, quien planteó que Estados Unidos, hoy por hoy, está innecesariamente plagado de generales en lo más alto de la cadena alimenticia.

"Ganamos la Segunda Guerra Mundial con siete generales de cuatro estrellas. Hoy tenemos 44 generales de cuatro estrellas... no necesitamos más burocracia en la cima, necesitamos más combatientes empoderados en la base", dijo.

Hegseth también respaldó a Israel con claridad en su cruzada contra Hamás, afirmó que los líderes del Ejército no deberían priorizar cuestiones como el cambio climático y convenció a muchos escépticos en el camino.

De hecho, también logró el reconocimiento de varios demócratas, incluso presentador de televisión como Scott Jennings, de CNN, que cuestionó duramente a los demócratas por sus interrogatorios personales.

"Pete Hegseth les dio una paliza hoy. Ni siquiera se le acercó. Ni siquiera le pusieron un guante a Hegseth... Los demócratas del comité actuaron de una manera muy extraña y poco profesional".