¿Interferencia electoral? El Partido Laborista envía activistas británicos a hacer campaña por Kamala Harris en estados clave

A medida que se aproxima el 5 de noviembre, las elecciones presidenciales cobran cada vez un mayor interés. Pero no solo en el país, también fuera de las fronteras estadounidenses. Un ejemplo de ello es Reino Unido, donde el Partido Laborista -actualmente en el poder- ha decidido enviar a un centenar de activistas a estados indecisos para que hagan campaña por Kamala Harris.

La noticia fue confirmada por Sofia Patel, quien actúa como directora de operaciones del Partido Laborista. En un mensaje en redes sociales -que eliminó, pero que fue recogido por Breitbart- informó de que se trasladarán a cuatro estados concretos para apoyar a la candidata demócrata: "Casi 100 miembros del personal del Partido Laborista (actuales y antiguos) viajarán a Estados Unidos en las próximas semanas a Carolina del Norte, Nevada, Pensilvania y Virginia. Tengo 10 plazas disponibles para cualquiera que quiera ir al disputado estado de Carolina del Norte. Envíame un correo electrónico a abourforkamala@gmail.com si estás interesado. Gracias".

Una cosa es que, por simpatía política, un ciudadano extranjero viaje a Estados Unidos para apoyar a un candidato, incluso puedas colaborar de manera voluntaria sin recibir retribución alguna. Otra está relacionada con esa última afirmación: la Comisión Electoral Federal prohíbe que personas sin pasaporte estadounidense sean remunerados por involucrarse en las campañas políticas. Tampoco está permitida la donación a partidos.

Respecto a esta relación entre el Partido Laborista y Kamala Harris, un blog de rumores conocido como Guido Fawkes reportó que ese centenar de miembros de la izquierda británica han recibido dinero del Partido Demócrata: "Los demócratas pagan todo esto, no los laboristas".

Congresistas republicanos como Marjorie Taylor Greene reaccionaron a esta información, asegurando de que el Partido Demócrata está violando la ley: "Están infringiendo las leyes. Los ciudadanos extranjeros no pueden participar de ningún modo en las elecciones estadounidenses. Por favor, vuelvan al Reino Unido y arreglen sus propios problemas de inmigración masiva que están arruinando su país".

Las críticas también proceden desde el país insular. Nigel Farage, uno de los destacados líderes de la oposición británica que ha apoyado a Donald Trump, calificó de "injerencia electoral directa" que el Partido Laborista se haya involucrado de tal modo en las elecciones estadounidenses.