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Irán, a la caza de Trump

El régimen de los ayatolás parece estar obsesionado con eliminar al expresidente de EEUU, ya sea asesinándolo o perjudicando sus posibilidades de ganar las próximas elecciones frente a los demócratas. Teherán lo niega.

Alí Jamenei, líder supremo de Irán, y Donald TrumpDavid Dee Delgado, Khamenei.ir / AFP

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En los últimos meses se han estado produciendo una serie de acontecimientos relacionados con los supuestos intentos de Irán de asesinar al expresidente Donald Trump, o bien de dañar sus probabilidades de obtener una victoria en las elecciones de noviembre, cuando competirá por la presidencia de Estados Unidos contra la candidata demócrata Kamala Harris, mediante una serie de ataques informáticos.

Si bien no se ha encontrado un vínculo entre el reciente intento de asesinato contra Trump, perpetrado por Thomas Matthew Crooks en Butler, Pensivalvania, el 13 de julio pasado, lo cierto es que sí ha habido un caso reciente que ha llamado la atención de las autoridades.

La detención de un sospechoso paquistaní por presuntamente planear el asesinato de Trump

El Departamento de Justicia (DOJ) reveló en agosto que un ciudadano paquistaní con vínculos con Irán fue detenido luego de intentar contratar sicarios para, posiblemente, asesinar a Trump.

Se trata de Asif Merchant, de 46 años, quien llegó a Estados Unidos desde Pakistán en abril de 2024, tras haber pasado tiempo en Irán. Contactó a una persona que creía podía ayudarle con sus planes de asesinato. Sin embargo, esa persona alertó a las autoridades y se convirtió en una fuente confidencial (CS, por sus siglas en inglés).

A principios de junio, Merchant se reunió en Nueva York con el informante y detalló su plan, que incluía robar documentos y unidades USB de la residencia de un objetivo, organizar una protesta para servir como distracción durante el asesinato, y finalmente, matar a un político o un funcionario

Aunque Merchant describió al objetivo como una persona con “mucha seguridad” alrededor, sin revelar su identidad específica, el fiscal general de Estados Unidos Merrick Garland confirmó que el complot estaba motivado por represalias por el asesinato del poderoso general iraní Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds -perteneciente a la Guardia Revolucionaria de la República Islámica- que fue eliminado por orden de Trump en 2020.

Merchant pagó anticipos de 5.000 dólares a mediados de junio a individuos que él creía eran sicarios, aunque en realidad eran agentes encubiertos del FBI, por lo que fue arrestado en julio pasado antes de poder abandonar el país.

Las autoridades federales creen que Merchant podría haber tenido al expresidente en mente como uno de los posibles objetivos. En respuesta al complot, el Servicio Secreto reforzó la seguridad de Trump

La inteligencia de EEUU detectó otro plan iraní para asesinar a Trump 

Anteriormente, en el mes de julio, las autoridades estadounidenses obtuvieron información crítica sobre un complot iraní para asesinar a Trump en las semanas previas al ataque en Butler, según informaron varias fuentes a CNN. Sin embargo, las mismas fuentes aclararon que no creen que la amenaza esté relacionada con el tiroteo que hirió a Trump.

De acuerdo con el informe, un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSC, por sus siglas en inglés) confirmó que el Servicio Secreto (USSS, por sus siglas en inglés) fue alertado sobre la creciente amenaza, lo que llevó a un aumento en los recursos destinados a la protección del expresidente. A pesar de estas medidas adicionales, un hombre de 20 años logró subirse al techo de un almacén cercano y disparar contra Trump.

El contexto y otros blancos de las amenazas

Irán prometió venganza por el asesinato de Qassem Soleimani, llevado a cabo por el ejército estadounidense en enero de 2020. Desde entonces, varios exfuncionarios de la Administración Trump han sido objeto de amenazas, entre ellos Mike Pompeo, exsecretario de Estado, y John R. Bolton, exasesor de Seguridad Nacional.

El régimen iraní niega las acusaciones 

El régimen de los ayatolás ha negado las acusaciones sobre sus presuntos intentos de tener un plan para asesinar al candidato republicano Donald Trump. 

Naser Kanani, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, afirmó recientemente que su país "rechaza con firmeza cualquier implicación en el reciente ataque armado contra Trump", señaló AFP.

No obstante, subrayó que Irán sigue "determinado en procesar a Trump por su papel directo en el asesinato del general Qassem Soleimani".

El presunto ataque informático iraní contra la campaña de Trump

Recientemente, varias agencias federales de inteligencia de Estados Unidos atribuyeron a Irán la responsabilidad del ataque informático contra la campaña presidencial de Donald Trump revelada el 10 de agosto.

"Hemos observado una actividad iraní cada vez más agresiva durante este ciclo electoral", señalaron en un comunicado el FBI, la Oficina de la Directora de Inteligencia Nacional (ODNI, por sus siglas en inglés) y la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructuras (CISA, por sus siglas en inglés) .

Esto "incluye las actividades recientemente reportadas para comprometer la campaña del expresidente Trump, que la comunidad de inteligencia atribuye a Irán", añadieron.

La campaña de Trump responsabilizó a “fuentes extranjeras” por los ataques informáticos en su contra

El equipo de campaña de Trump afirmó el 10 de agosto haber sufrido un ciberataque y acusó a "fuentes extranjeras" de haber filtrado comunicaciones internas y un expediente sobre JD Vance, compañero de fórmula del magnate republicano.

“Irán busca sembrar discordia”

La inteligencia estadounidense estimó además que Teherán intentó contactar con "individuos con acceso directo a las campañas presidenciales de ambos partidos".

"Irán busca sembrar discordia y socavar la confianza en nuestras instituciones democráticas", denunciaron el FBI, la ODNI y la CISA en el comunicado.

Además, el Departamento de Estado advirtió a Teherán el mes pasado que interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre tiene consecuencias

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