No es un secreto: Jill Biden está intentando salvar al presidente y es la persona con más poder y ascendiente sobre él. En los últimos días, la primera dama ha ido aumentando su presencia en las actividades políticas de su esposo. Recientemente, se viralizó un momento en el que Jill felicita al mandatario luego de su desastrosa participación en el debate presidencial con el expresidente Donald Trump. 

"Joe, hiciste un gran trabajo. ¡Respondiste todas las preguntas!", expresó Jill Biden en un evento tras el debate. 

El momento no ha pasado inadvertido, en los medios de comunicación y en las redes no se deja de hablar de la influencia que ha ido ganando la primera dama. A diferencia de la campaña de 2020, Jill Biden está saliendo al rescate de Joe Biden. Según Miranda Devine, columnista del New York Post, se trata de una estrategia impulsada por Anthony Bernal, asesor de la primera dama.

"Bajo la influencia de su asesor Anthony Bernal, que parece un Rasputín, la primera dama está actuando como si fuera la candidata, a expensas de su marido y del país", escribió Devine.  

Devine sostuvo que "se puede ver cómo depende de Bernal por las miradas de complicidad que intercambian cuando Joe se está descarrilando, como lo hizo en Waffle House, donde lo arrastraron después del debate cuando debería haber estado en la cama". 

Además, los intentos de Jill Biden de salvar la reelección de su esposo no se queda sólo en los eventos públicos. En privado también ha insistido en que el demócrata debe mantenerse en la carrera presidencial a pesar de que su partido tiene serias preocupaciones respecto a su participación en la contienda electoral. El presidente decidió aislarse del ruido tras su primer debate presidencial y decidió tomarse el día para una reunión familiar que tenía como finalidad analizar la situación y tomar decisiones. Tras el encuentro, con Jill y su hijo Hunter llevando la voz cantante, Biden el presidente decidió seguir adelante con su candidatura. 

Sin embargo, según los informes publicados por The New York Times, hasta sus nietos saben que Joe Biden tiene que aumentar su presencia en la campaña electoral. "Levántate y sigue luchando", fue la consigna en la reunión familiar. 

Hoy, justamente, también se publicó una entrevista de Vogue con la primera dama. Consultada sobre la vergonzosa participación del presidente en el debate, Jill Biden expresó que su familia no dejará el poder tan fácilmente. "No permitiremos que esos 90 minutos definan los cuatro años que lleva como presidente. Seguiremos luchando", señaló Jill Biden. 

La gran pregunta es qué están dispuestos a hacer los Biden para mantenerse en la Casa Blanca, algo que muchos atribuyen al supuesto temor de perder los privilegios de ser la familia presidencial. Todo esto, mientras que la mayoría de los votantes no confía en la salud mental de Joe Biden. El 72% de los participantes en un sondeo de CBS cree que Biden no tiene ni la salud mental ni la capacidad cognitiva suficientes para servir como mandatario. 

A la pregunta de si debería mantenerse en la carrera presidencial, las cifras vuelven a ser del 72% para "no" y un pobre 28% para el sí. Además, los votantes demócratas que confiaban en el actual líder del Ejecutivo han pasado de un 64% al 54%. Por el contrario, los críticos han crecido desde el 36% al 46%.

A pesar de esos números, la familia presidencial parece que prefiere mirar a otro lado sin considerar ni siquiera los consejos de los mismos demócratas, que -según Axios- muchos se han alejado del actual inquilino de la Casa Blanca. "Los demócratas que compiten en las elecciones al Congreso empiezan a distanciarse del presidente Biden tras su mediocre actuación en el debate", explicó Axios.