Documentos judiciales revelados este martes muestran que el Departamento de Justicia autorizó “el uso de fuerza letal” durante la redada del FBI en agosto de 2022 en Mar-a-Lago, Florida, para buscar los documentos clasificados en posesión del expresidente Donald Trump.

Según la orden de operaciones, los agentes del FBI tenían la misión de confiscar “información clasificada, [Información de Defensa Nacional] y registros del Gobierno de Estados Unidos”.

Para que los agentes cumplieran con su labor, la orden contenía una "Declaración de política" sobre el "Uso de fuerza letal", que decía, entre otras autorizaciones, que "los agentes del orden del Departamento de Justicia pueden utilizar fuerza letal cuando sea necesario".

A los agentes también se les autorizó que fueran armados con “munición”, “esposas” y “corta pernos de tamaño mediano y grande”, según el documento judicial revelado como evidencia en el caso penal de Trump y su supuesto manejo indebido de registros clasificados.

El FBI defendió el procedimiento en Mar-a-Lago, afirmando que las fuerzas del orden llevaron adelante una redada estándar.

“El FBI siguió el protocolo estándar en esta búsqueda como lo hacemos para todas las órdenes de registro, que incluye una declaración de política estándar que limita el uso de fuerza letal. Nadie ordenó que se tomaran medidas adicionales y no hubo ninguna desviación de la norma en este asunto”, afirmó la agencia de seguridad en un comunicado enviado a Fox News Digital.

Sin embargo, el expresidente Trump cuestionó durante al Departamento de Justicia tras salir de la corte en Manhattan donde enfrenta otro juicio penal relacionado a la falsificación de registros comerciales.

“¡WOW! Acabo de salir del Juicio de la Caza de Brujas de Biden en Manhattan, el 'Icebox', y me mostraron Informes de que el DOJ del corrupto Joe Biden, en su incursión ilegal y anticonstitucional de Mar-a-Lago, AUTORIZÓ AL FBI A USAR FUERZA MORTAL (LETAL)”, escribió Trump en su Truth Social. “AHORA SABEMOS, CON CERTEZA, QUE JOE BIDEN ES UNA SERIA AMENAZA PARA LA DEMOCRACIA”.

A raíz de este caso, liderado por el fiscal especial Jack Smith, el expresidente Trump fue acusado de 37 cargos de delito grave, incluidos retención deliberada de información de defensa nacional, conspiración para obstruir la justicia y declaraciones falsas.

El expresidente se declaró inocente de todas las acusaciones.