Por boca de sus abogados, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, se declaró no culpable de los 16 primeros artículos por los que está afrontando un juicio de impeachment. Tras escuchar los cargos contra él durante la sesión matutina, y ver cómo los senadores tumbaban su propuesta de acabar con el proceso en virtud de la doctrina de la Elección Anterior, Paxton no regresó tras el parón de la comida, lo que provocó la protesta de los responsables de la Cámara, que señalaron que el acusado debía estar presente. Los retrasos en las pausas y las discusiones entre los senadores sobre los procedimientos llevaron al presidente del Tribunal, el teniente de gobernador Dan Patrick a dar por concluida la primera sesión una hora antes de lo previsto.

Paxton se negó a decir una sola palabra

Paxton se negó a abrir la boca en todo momento, permitiendo que fuera su abogado Tony Buzbee el encargado de responder y declararse "no culpable" de cada uno de los cargos que le iban siendo leídos. El letrado provocó un pequeño alboroto al señalar, tras escuchar la formulación de una de las acusaciones, que "todo lo que acaba de decir (la secretaria del Senado) es falso". Tras las protestas de los responsables de la Cámara, Patrick exigió a Buzbee que se limitara a contestar "culpable" o "no culpable".

Los 30 senadores -el 31º es la esposa de Paxton, Ángela, y no podía votar- tuvieron su primera votación para decidir si aceptaban las alegaciones del equipo del fiscal general para no juzgar los presuntos delitos cometidos antes de las últimas elecciones -suspendiendo o reduciendo sustancialmente el juicio- o continuar adelante. El contundente 24-6 final con el que la Cámara Alta resolvió seguir adelante con el proceso (los republicanos cuentan con 18 senadores -19 con Ángela Paxton- por 12 demócratas) no parece muy halagüeño para el fiscal general. El resto de votaciones sobre cuestiones previas planteadas por la defensa también fueron rechazadas por resultados nada ajustados.

El fiscal general no será obligado a subir al estrado

Una vez iniciado el juicio, Patrick tuvo que utilizar su autoridad como presidente del tribunal para determinar que Paxton no debía estar presente en todo momento en el Senado, tras las protestas de los responsables de la Cámara por su ausencia tras el parón de la comida. El teniente de gobernador también dio la razón al fiscal general al señalar que no tendrá que subir al estrado si es convocado por la acusación. Según varios senadores, Paxton debería presentarse ante los acusadores aunque luego ejerciera su derecho a no declarar y permaneciera en silencio durante el interrogatorio.

Entre los primeros testigos que juraron ante el tribunal se encontraba Jeff Mateer, que fuera segundo de Paxton antes de que le denunciara -junto con otros miembros veteranos de la oficina- ante las autoridades por abuso de poder y varios delitos graves.

Tras el receso de la comida, se abrió un periodo de reflexión para dictaminar si se podían utilizar como pruebas comunicaciones entre Paxton y sus abogados o primaba la confidencialidad de este tipo de relaciones. Lo que iba a ser un receso de cinco minutos se fue alargando, y cuando se alcanzaron los 40 minutos, Patrick dio por terminada la primera sesión.