La aparente solución del ejército para repuntar los reclutamientos: inmigrantes legales
La estrategia del Pentágono de contratar gente con tarjeta verde y con la promesa de ciudadanía inmediata parece haber tenido éxito.
El reclutamiento militar venía siendo un problema para los Estados Unidos. Según Margaret Stock, teniente jubilada y autora de Ley de Inmigración y las Fuerzas Armadas: Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Infantería de Marina, Guardacostas, cada vez más adultos jóvenes ven con menos interés el ejército, no pueden cumplir con los requisitos de ingreso y el caliente clima político no ayuda.
"La gente de izquierda, la extrema izquierda, dice que la gente no debería alistarse en el ejército. Y le dicen a los inmigrantes que van a ser víctimas en el ejército y que el ejército es un lugar terrible si eres diferente y es básicamente un refugio para los supremacistas blancos. En la derecha, están atacando a los militares por dejar entrar a personas que no nacieron en Estados Unidos", expresó en diálogo con Washington Examiner.
En este panorama hostil resalta una buena noticia que posiblemente sea la solución: los inmigrantes legales. Durante los últimos meses tanto el Ejército como la Fuerza Aérea (un poco después) han experimentado con una nueva estrategia, expandir los atractivos de reclutamiento para residentes permanentes legales, también conocidos como titulares de tarjetas verdes. Al asociarse con los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, garantizarán que quienes completen con éxito la capacitación básica podrán prestar juramento como ciudadanos estadounidenses.
Los resultados iniciales son bastante alentadores. Por ejemplo, desde que la Fuerza Aérea lanzara la iniciativa hace tres meses, 14 aprendices de países como Jamaica, México, Kenia, Rusia y El Salvador completaron la capacitación básica e inmediatamente se naturalizaron al finalizar. Además, según le confesó una fuente al mencionado medio, un aproximado de 100 reclutas más están en medio del entrenamiento básico.
"Su deseo de convertirse en ciudadanos es un ejemplo de su compromiso y dedicación a los Estados Unidos", celebró el coronel John P. O'Dell, vice comandante del Ala de Entrenamiento 37, en un comunicado.
"Cuando comenzamos la asociación con USCIS, preguntamos a todos los aprendices que estarían interesados en iniciar su aplicación, y 111 levantaron la mano. Estos alumnos se ofrecieron voluntariamente a servir a un país del que aún no son ciudadanos, y ahora tenemos la oportunidad de reconocerlos formalmente en su graduación como aviadores estadounidenses", sumó.
El problema de reclutamiento y la solución de Stock
El programa es una iniciativa de Stock, a quien la Administración Bush hijo le encargó idear una estrategia para aumentar el reclutamiento en los años posteriores al 11 de septiembre del 2001. Por lo tanto, ya para el inicio de la Administración Obama, propuso abrir el reclutamiento a inmigrantes que no tenían una tarjeta verde, dado que el Departamento de Defensa tiene la autoridad legal para reclutar personas sin tarjetas de residencia y otorgar ciudadanía acelerada durante tiempos de guerra.
Robert Gates, entonces secretario de Defensa, autorizó el programa piloto y nació el Military Accessions Vital to the National Interest (MAVNI), agregando en pocos años unos 15.000 miembros al servicio.
De acuerdo con Stock, quienes no sirvieran con honor durante cinco años corrían el riesgo de perder su ciudadanía, por lo que estos reclutas inmigrantes tenían "menos problemas de comportamiento" que los estadounidenses nativos y tenían menos probabilidades de abandonar los estudios.
"El gobierno de Biden sigue exigiendo que la gente tenga la tarjeta verde para alistarse en el ejército, pero está desbordado de gente que quiere alistarse y no puede porque no tiene la tarjeta verde", agregó al experta.
Sin embargo, la Administración Obama retractó el programa para no permitir que los inmigrantes legales sin tarjetas verdes se unan al ejército. Ahora, esta no tan nueva iniciativa podría ser la solución que estaban buscando. "Hay un movimiento en el Congreso ahora, que espero que tenga éxito, para dar a las personas tarjetas de residencia si se unen al ejército. Eso resolvería los problemas de reclutamiento de los militares", indicó Stock.