'Compromiso con América', la agenda legislativa republicana para los dos próximos años
El líder de la minoría en la Cámara de Representantes quiere unificar el mensaje de su partido cara a las elecciones de mitad de mandato del 8 de noviembre.
Kevin McCarthy, líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, va a presentar una agenda legislativa para los próximos dos años bajo el nombre “Commitment to America”. El objetivo de las propuestas es unificar el mensaje de los candidatos republicanos y lograr que los americanos les voten a ellos, y no sólo en contra del Partido Demócrata.
Estas propuestas a los votantes se producen en un momento en el que está en entredicho la capacidad del Partido Republicano de retomar el control de las dos Cámaras del Congreso, o incluso de una de ellas. Hace meses se esperaba una clara victoria del GOP en la Cámara de Representantes, pero todos los analistas observan una rápida recuperación del Partido Demócrata.
Un programa económico
Axios, que ha accedido al documento, informa de que las propuestas están englobadas en cuatro capítulos. El primero de ellos se titula “Una economía que es fuerte”. El primer problema que quieren atajar es la inflación. El presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, reconoce que se tardarán años en volver al 2% de inflación.
Los republicanos consideran que el aumento del gasto público bajo el mandato de Joe Biden (9 billones de dólares desde enero de 2021) es el principal responsable del aumento de la inflación, que está en el 8,5%.
Para contrarrestar la inflación, quieren acabar con las políticas de demanda de los demócratas, como el programa Build Back Better: 1,7 billones de dólares destinados a distintas políticas, como infraestructuras, medio ambiente o empleo. Y quieren sustituirlas por políticas de oferta, como la reducción de impuestos. También apuestan por el teletrabajo.
Energía
El otro gran asunto económico es la energía. Los republicanos critican las políticas de Joe Biden:
Por eso le quieren dar la vuelta a las políticas energéticas de Joe Biden, apostar por la producción de energía nacional y reforzar el sistema eléctrico. Asimismo, proponen una política de sustitución de importaciones procedentes de China.
La frontera sur
En el ámbito de la seguridad, se proponen adoptar medidas para controlar la frontera sur, y evitar la entrada permanente de inmigrantes ilegales y de sustancias tóxicas, como el fentanilo. Sólo en agosto entraron unos 181.000 inmigrantes ilegales. Por otro lado, en agosto la Patrulla Fronteriza incautó suficiente fentanilo como para matar a toda la población del país.
Ellos proponen terminar de construir el muro que separa México de los Estados Unidos, restituir el programa Remain in Mexico, y exigir una documentación que demuestre un estatus legal para poder trabajar.
En política exterior, quieren reforzar la alianza con Israel frente a Irán, enfrentarse a la “agresiva política” de China en el mundo, aumentar el gasto militar, despolitizar al Departamento de Justicia, y responsabilizar a Joe Biden del abandono de Afganistán, y sus consecuencias.
Una educación libre
Hay otros tres ámbitos de las políticas públicas que los representantes republicanos engloban bajo el nombre Un futuro que es libre. Uno de ellos es el educativo, donde lo que proponen es ampliar el control que los padres tienen sobre la educación de sus hijos. Lo harán con la aprobación de una Ley de Derechos de los Padres, que les permita saber qué se enseña a sus hijos, y en qué se gastan los colegios el dinero. También quieren reforzar su papel en la gestión educativa, y ampliar la libertad de elección de centro.
En material sanitaria, prevén modernizar y personalizar el servicio, aumentar la competencia para mejorar la calidad y rebajar el enorme coste de los servicios sanitarios, y favorecer la atención remota.
Big tech
Uno de los dilemas a los que se enfrentan los republicanos es qué hacer con las Big Tech que, a su juicio, censuran las voces conservadoras:
La cuestión para ellos es si deben aferrarse a una defensa de la libre empresa, lo que implica respetar el enorme tamaño que han adquirido, o recurren a las leyes antitrust. Ellos proponen recurrir a esta legislación y acabar con la sección 230 tal como está ahora. El objetivo es obligar a las grandes empresas tecnológicas a decidirse: o son plataformas y en consecuencia tienen que respetar cualquier tipo de contenido, o lo moderan y entonces como editores se tienen que someter a la legislación que afecta a los medios de comunicación.
El último bloque recoge varias iniciativas que tienen que ver con su labor legislativa y administrativa, como el control de la acción de la Administración, o proponer medidas que aseguren “unas elecciones seguras y libres”.