La milicia armada chiita Hezbolá lanzó este jueves una gran ofensiva contra Israel después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) asesinaran a otro de sus comandantes en el sur del Líbano. El ataque de Hezbolá de este jueves es tal vez el de mayor envergadura desde que comenzó la guerra en Gaza a consecuencia de los ataques del 7 de octubre.

Según informaron las FDI, Hezbolá lanzó desde el Líbano más de 200 cohetes además de una veintena de drones suicidas. Al menos un militar israelí murió en estos últimos ataques. Se trata del mayor reservista Itay Galea, de 38 años, comandante adjunto de compañía en la unidad 8679 de la Brigada Blindada de Reserva Yiftah, de Ramat Gan. Los proyectiles impactaron contra la región norte de Israel, de donde hay más de 70.000 civiles evacuados por los constantes ataques e intercambios de fuego entre Israel y Hezbolá. 

Los ataques de Hezbolá se dan en respuesta a la eliminación de uno de sus comandantes en el Líbano. El militar, que murió junto con otro miembro de Hezbolá en una ofensiva de la Fuerza Aérea del Estado judío, era Mohammad Naameh Nasser, jefe de la Unidad Aziz del grupo terrorista chiíta, puesto que ocupaba desde 2016.

Naahmeh Nasser es el segundo comandante de alto rango de Hezbolá que las FDI eliminan en estas últimas tres semanas. El primero de ellos fue Sami Abdallah, conocido como Abu Taleb, quien era el miembro de Hezbolá de mayor rango con el que las FDI habían acabado desde el inicio de la guerra en Gaza. Ambos miembros de la milicia chiita eran responsables de un buen número de operaciones en el sur del Líbano. 

También cuando las FDI abatieron a Abu Taleb, Hezbolá respondió con un fuerte ataque de cohetes y drones contra el norte de Israel. Seguida de este nuevo ataque, las FDI anunciaron que llevaron a cabo una serie de ataques aéreos de precisión sobre posiciones de Hezbolá desde las cuales se lanzaban cohetes. Golpearon en Qanatra, Rab al-Thalathine y Deir.

"Quien nos haga daño, su sangre correrá por su cabeza"

Después de los intercambios de fuego de este jueves, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hizo algunas declaraciones en las que se refirió directamente al conflicto con Hezbolá. 

Netanyahu sostuvo ante la cúpula militar de la Fuerza Aérea que Israel ha "establecido un principio" en su lucha contra Hezbolá en Líbano: "Quien nos haga daño, su sangre correrá por su cabeza".

"Lo hemos puesto en práctica", dijo Netanyahu al visitar el cuartel general operativo de la Fuerza Aérea en Kirya. "Sabemos que el camino es largo, pero estamos decididos a restablecer la seguridad en el norte y devolver a los residentes sanos y salvos a sus hogares". 

La seguridad en el norte de Israel es unas de las apuestas de Netanyahu para mantenerse en el poder, debido a la presión política que puede ejercer contra el Gobierno la situación. Hay más de 70.000 civiles desplazados que esperan poder volver a sus hogares del norte, sin embargo la situación de conflicto con Hezbolá no hace más que escalar. Una tregua con Hamás en Gaza podría ser un condicionante para que los combates en el norte cesen progresivamente. 

Netanyahu envía una nueva delegación para negociar la tregua

Este mismo lunes se supo que el primer ministro Netanyahu enviará una nueva delegación israelí a participar en las negociaciones por la liberación de los rehenes y una tregua en la Franja de Gaza. 

Pese a esto, en otras declaraciones de este jueves, Netanyahu volvió a asegurar que la guerra en Gaza terminará cuando se cumplan todos los objetivos de su Gobierno, lo que se traduce en la eliminación de Hamás y su salida del poder en la Franja de Gaza.