Muere Tibisay Lucena, la mano detrás de los fraudes electorales chavistas

No es de extrañar que el chavismo en pleno haya salido a alabar la figura de Tibisay Lucena, hasta ahora ministra de Educación Universitaria del régimen venezolano, fallecida este miércoles en Caracas por causas que todavía no se han hecho oficiales. Lucena fue la directora del Consejo Nacional Electoral entre los años 2006 y 2020, y por tanto la directora de los comicios que en el año 2018 confirmaron a Maduro como presidente de Venezuela, pese a los más que presuntos indicios de fraude electoral denunciados por la comunidad internacional. "Tibisay Lucena fue una mujer de mucho temple, que se mantuvo leal a sus principios e ideales, defendiendo siempre las causas justas del Pueblo. Las y los venezolanos la recordaremos siempre por su integridad y fuerza moral", escribía poco después de conocerse la noticia de su muerte el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en su cuenta de Twitter.

Se refería Maduro probablemente a la actuación de Tibisay Lucena en las elecciones de diciembre de 2015 a la Asamblea Nacional que ganó por amplia mayoría la oposición y que ella se negó a ratificar. En aquellas elecciones votó el 74% de los venezolanos y la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) obtuvo 110 de los 169 escaños que tiene la cámara. Lucena tardó horas en salir a dar los resultados oficiales y, aunque en un principio aceptó la victoria opositora, en 2017 Lucena y Maduro diseñaron otras elecciones a una Asamblea Nacional Constituyente amañadas por el chavismo y que ganó ampliamente. Tibisay Lucena dio por válida estas elecciones ilegales que montó Maduro como quien se saca un as de la manga. La Asamblea Nacional opositora nombró en enero de 2019 a Juan Guaidó presidente encargado de Venezuela con un hoja de ruta muy clara: "Poner fin a la usurpación del Gobierno", como aseguró el propio Guaidó el día de su nombramiento.

Tibisay Lucena, nacida en Barquisimeto el 26 de abril de 1959 y licenciada por la Universidad Central de Venezuela, había sido sancionada por varios países y tenía prohibido entrar en Colombia. En 2017 ella y otros doce altos mandos chavistas relacionados con la Asamblea Nacional Constituyente fueron sancionados por Estados Unidos por "socavar la democracia y los derechos humanos". Canadá la sancionó en septiembre de 2017 y la Unión Europea en 2018, quien la señaló como una de las responsables del "deterioro de la democracia en Venezuela".