Las 'ciudades de 15 minutos', un modelo urbanístico que atenta contra las libertades
Jordan Peterson: "La idea de que burócratas idiotas y tiránicos puedan decidir por decreto dónde está 'permitido' conducir es quizás la peor perversión imaginable de esta idea".
Miles de personas salieron a las calles de Oxford (Inglaterra) para protestar contra la implementación de los llamados vecindarios de tráfico ligero (LTN). Este nuevo modelo urbanístico consiste en imponer a los residentes de la localidad restricciones de movilización para ingresar a ciertas áreas de la ciudad en automóvil.
Los LTN son un esquema urbanístico que imita los principios de las denominadas ciudades de 15 minutos. En la teoría, estos planes intentan reducir los niveles de tráfico y se venden como algo cómodo para los residentes, ya que todos los servicios básicos -educación, salud, supermercados, espacios culturales, trabajo- se encuentran a menos de un cuarto de hora caminando o en bicicleta.
A esto se le suma una justificación ambientalista. Puesto que, como los ciudadanos tienen todos sus servicios básicos a menos de 15 minutos de su hogar caminando, también se reducen las emisiones de dióxido de carbono, ya que no es necesario utilizar vehículos contaminantes para movilizarse.
Oxfordshire, 'ciudad de 15 minutos'
La norma de los vecindarios de tráfico ligero (LTN) fue aprobada por el consejo del condado de Oxfordshire en noviembre de 2022 y pretende implementarse a finales de este año. En el caso de esta localidad inglesa, estos vecindarios incluyen unos filtros de tráfico para prohibir la libre circulación de los ciudadanos. Es decir, se impondrán bloqueos en algunas calles para evitar que los no residentes transiten por ellas. Según el texto oficial publicado en el Oxfordshire Country Council:
El LTN limitará el tránsito en seis calles de Oxfordshire. Sólo automóviles autorizados podrán ingresar y movilizarse durante las horas designadas (7 am – 7 pm) en las zonas restringidas. Las cámaras de reconocimiento automático de matrículas (ANPR) leerán las placas de los vehículos que incumplan la norma. El ciudadano que infrinja la regla será multado con 70 libras esterlinas (84 dólares).
Un ataque a la libertad de movimiento
Muchos residentes de la ciudad no están de acuerdo con la implementación de esta medida y decidieron protestar para mostrar su descontento. La manifestación se organizó mediante redes sociales bajo el hashtag Nuestra comunidad, nuestra elección.
Un ciudadano que participó en la protesta le dijo al periódico Oxford Student que están "increíblemente preocupados" debido a que la norma atenta contra sus derechos, "la libertad de movimiento y todo lo que viene de la libertad de movimiento":
Otro manifestante agregó que se está "encerrando a las personas en unas zonas de sus propias ciudades". Además, señaló que la "maravillosa idea" con la que promocionan las ciudades de 15 minutos es un engaño y que la realidad es que están "siendo rastreados dentro de sus propias ciudades":
En la protesta también estuvo presente el actor y activista político Laurence Fox, quien mostró su apoyo a los manifestantes y declaró a la BBC:
No todos los funcionarios de la ciudad están de acuerdo con la medida. El miembro del consejo de Oxfordshire Liam Walker apuntó que estos planes estaban "llegando a los bolsillos de los residentes y afectando a las empresas. Oxford se está cerrando lentamente bajo esta coalición anti-automovilista".
¿Qué son las ciudades de 15 minutos?
En 2016, el colombiano Carlos Moreno, catedrático en la Universidad de París, creó el concepto de ciudad de 15 minutos. Este modelo urbanístico se basa en la "hiperproximidad" y busca reducir los desplazamientos de los ciudadanos e impulsar un ritmo de vida en el que la gente puedan movilizarse en un máximo de 15 minutos a parques, colegios, centros sanitarios, lugares de ocio y trabajo sin necesidad de usar un automóvil. Es decir, caminando o en bicicleta, reduciendo a su vez la contaminación ambiental.
Según Moreno:
En principio, este prototipo de ciudad se dio a conocer y fue popularizado por la alcaldesa de París (Francia), Anne Hidalgo, quien decidió implementarlo en la capital francesa, una de las primeras grandes urbes en ejecutarlo. Después le siguieron otras metrópolis como Buenos Aires (Argentina), Ottawa (Canadá), Milán (Italia), Melbourne (Australia), entre otras, algunas de ellas ampliando a 20 minutos el concepto.
Moreno afirmó que "los alcaldes" de las ciudades se movilizaban rápidamente "para aplicar políticas de desarrollo urbano que promuevan la proximidad". Y advirtió que las medidas de su plan, que tenían "por objeto una ciudad más habitable, inclusiva, equitativa y resiliente", implicaban "un cambio de paradigma en la manera de gestionar la ciudad".
Críticas: el "encarcelamiento urbano" y el fin de las "libertades personales"
Muchas críticas surgieron en torno a las ciudades de 15 minutos, con su "potencial para fracturar ciudades": aumentar las desigualdades económicas entre las zonas donde residen las personas más ricas y las más pobres.
Otro de los señalamientos más duros que recibe el proyecto es que los gobernantes puedan "decidir por decreto dónde está permitido conducir" o por dónde pueden movilizarse los ciudadanos. El psicólogo clínico canadiense Jordan Peterson publicó un tuit donde apuntó:
La violación a libertad personal de los ciudadanos y el ataque a sus derechos es otro factor por el que se juzga el proyecto. A principios de febrero, el miembro del Parlamento Británico Nick Fletcher calificó el plan como un "concepto socialista internacional" y afirmó que "nos costará nuestra libertad personal":
"Encarcelamiento urbano". Así las llamó el periodista James Melville, compartiendo un video filmado en calles de China. Apuntó que "cada zona del vecindario" de esa localidad "está separado por una cerca de alambre de púas". Y "cualquiera que quiera salir de su zona necesita un código QR/pasaporte COVID y un escaneo de reconocimiento facial".
"Un infierno distópico en la tierra", concluyó el periodista.
A pesar de todas las críticas, Moreno justifica su planteamiento de que "la ciudad de los 15 minutos es anticipar el futuro" y defiende que buscan "una mejor habitabilidad, más equilibrio económico y social, categorías sociales mezcladas, ciudades para vivir mejor". No obstante, muchas personas, como los residentes de Oxfordshire y estos críticos, no están de acuerdo con sus ideas y con su nuevo modelo de sociedad donde la "proximidad" sea una base esencial para el desarrollo de los seres humanos.