China reconoció limitaciones en su recuento de muertos por covid

Tras una fuerte ola de protestas contra las medidas impuestas por el Partido Comunista de China (PCC) para intentar contener los contagios de covid-19, a principios de diciembre las autoridades sanitarias tomaron la decisión de flexibilizar los controles en todo el país. Los casos siguieron aumentando, sin embargo, el recuento oficial de fallecidos no se incrementó como estaba previsto. ¿Qué sucedió? Pues este miércoles un funcionario admitió que solo contabilizan las muertes por neumonía o insuficiencia respiratoria.

Desde que comenzó la pandemia, los números que ofrece China –tanto en contagios como en muertes– resultan sospechosamente bajos. Por caso, en casi tres años (contando desde enero de 2020, cuando se detectó la primera infección), Pekín solo informó de 5.241 decesos. Teniendo en cuenta la capacidad de reproducción del virus, el hecho de que fuera el primer país en detectarlo y que cuenta con una población de más de 1.400 millones de personas, se trata de una cifra llamativamente baja.

Si bien el PCC instauró un sistema de controles como nadie en el mundo, que de hecho derivó en fuertes protestas por su intensidad, este miércoles se conoció una información que ayuda a explicar su cantidad de fallecidos. Wang Guiqiang, epidemiólogo del Hospital N° 1 de la Universidad de Pekín, admitió que solo contabilizan muertes por neumonía o insuficiencia respiratoria.

De este modo, China deja de lado todos los decesos por dolencias subyacentes, incluidos los que se producen por problemas cardiovasculares. Por ejemplo, según Guiqiang, la variante ómicron, una de las más esparcidas por todo el mundo, rara vez provoca muertes por problemas respiratorios, por lo que no suelen incluirse en los informes.

Luego de levantamientos en varias de las ciudades más importantes del país, que reclamaron el fin de los controles exhaustivos, las autoridades sanitarias decidieron terminar con su política de covid cero. Por consiguiente, ahora China se encuentra ante una encrucijada, ya que los casos se están incrementando y una importante cantidad de ancianos no se vacunaron o no recibieron la dosis de refuerzo. En muchos casos se debe a que, por cuestiones culturales, muchos priorizan la medicina tradicional o alternativa y rehúsan inocularse.