Dimite el presidente del Banco Mundial tras la presión de los radicales medioambientales
David Malpass anunció que perseguirá "nuevos retos". Su mandato estuvo marcado por las acusaciones de negar el cambio climático.
David Malpass anunció que dejará la presidencia del Banco Mundial el 30 de junio, un año antes de que expire su mandato. En un comunicado, el mandatario se mostraba "orgulloso" de su "duro y exitoso" trabajo al frente de la institución durante algo más de cuatro años. Más allá de sus logros económicos, su gestión estuvo marcada por la polémica por las acusaciones de activistas climáticos, encabezados por Al Gore, que le acusaban de negar el cambio climático y exigían su dimisión. Su renuncia deja vía libre a Biden para proponer a alguien afín para el cargo.
A pesar de que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen destacó su actuación en este tiempo, las relaciones de Malpass con la Administración Biden nunca fueron buenas. Malpass, que fue propuesto para el cargo por Donald Trump, había realizado unas declaraciones en 2007 en las que dudaba sobre si existía una relación directa entre las emisiones de carbono y el cambio climático. Estas palabras, que siempre fueron utilizadas por los ecologistas y activistas climáticas para cuestionarle, alcanzaron su clímax el pasado septiembre, tras escudarse en "no soy científico" para no contestar al ser preguntado si aceptaba el "abrumador consenso científico" de que la quema de combustibles fósiles está provocando el aumento de la temperatura global.
Críticas de la Casa Blanca
Su no-respuesta provocó un aluvión de críticas de personalidades como Al Gore, que exigieron su dimisión y fueron reprobadas por Yellen. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló en una rueda de prensa a Malpass: "No estamos de acuerdo con los comentarios del presidente. Esperamos que el Banco Mundial sea un líder mundial de la ambición climática y de la movilización, así como de una financiación climática significativamente mayor para los países en desarrollo, como es el cometido del Banco Mundial".
Desde entonces, la labor de Malpass al frente del Banco Mundial estuvo aún más en entredicho y bajo el foco de la Administración. Tras su renuncia, Al Gore no tardó en aplaudir e indicar a la Casa Blanca que debe pensar en el cambio climático antes de elegir al sustituto. En un hilo de Twitter, el exvicepresidente apuntó que "éste debe ser el primer paso hacia una verdadera reforma que sitúe la crisis climática en el centro del trabajo del banco".
Pobreza y crecimiento económico
Algo que, a pesar de las críticas y presiones, nunca fue una prioridad para la gestión de Malpass. En el comunicado de despedida, el propio directivo del Banco Mundial destacó lo que fueron sus prioridades y sus principales logros:
Covid y Guerra de Ucrania
En una publicación en LinkedIn, Malpass destacaba su gestión frente a la pandemia del covid y el estallido de la guerra de Ucrania como los grandes hitos de su mandato.
Reducción "verificable" de gases
Además, el todavía presidente hizo un guiño a sus detractores, resaltando las mejoras aportadas hacia el crecimiento sostenible, especialmente en lo referente a la reducción "verificable" de emisiones de gases de efecto invernadero.
Posibles sustitutos para Malpass
Aunque no hay un candidato oficial todavía, hay varios nombres que llevan tiempo sonando con fuerza para ocupar el puesto: Rajiv Shah, director de la Fundación Rockefeller; Samantha Power, directora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional; e Indra Nooyi, expresidente y exdirectora ejecutiva de PepsiCo.